Pocas comarcas de Catalunya pueden presumir de tener dos parques naturales y el Baix Ebre es una. El Parque Natural del Delta de l'Ebre y el Parque Natural dels Ports conforman el mosaico de contrastes que es la región: vegetación, agua y gran variedad de fauna. El primero, el Parque Natural del Delta de l'Ebre es la mayor zona húmeda de Catalunya con una superficie de más de 300 km2. Y para poder conservar este magnífico paisaje, el año 1983 la Generalitat de Catalunya aprobó la creación del parque con el fin de mantener el equilibrio entre su riqueza natural y la relación con el hombre. El segundo, el Parque Natural dels Ports, es un paisaje único en Catalunya gracias a sus formaciones geológicas y la gran diversidad de la flora. El punto más alto y más relevante del parque es el Mont Caro, con 1.447 metros de altura.
El paisaje del Delta se caracteriza por los inmensos campos de arroz, las dunas, los cañaverales, las lagunas y la gran cantidad de especies animales que lo habitan. Y para que lo podáis comprobar, os proponemos visitar el Centre d'Interpretació Apícola Muria.
Deporte, naturaleza y familia es lo que te recomendamos con el recorrido en bicicleta por la Via Verda del Baix Ebre. Es una ruta de 25 kilómetros de distancia que recorre el último tramo de las antiguas vías del ferrocarril entre La Puebla de Híjar y Tortosa, a su paso por la comarca del Baix Ebre. Y para que estéis alerta, unas grandes piedras junto con restos de raíles señalan el comienzo del trayecto.
En el Baix Ebre podemos degustar una gran variedad de arroces (DOP Arròs del Delta de l'Ebre), así como varios platos a base de pescado y marisco. Es por eso, que para recuperar las fuerzas y encarar de la mejor manera la tarde, os proponemos comer en el restaurante El Molí dels Avis. Un restaurante especializado en preparar atún rojo del Delta que forma parte del colectivo de cocina del Club Gastronómico de L'Ametlla de Mar. Pero no sufráis los que no sois muy amantes del pescado, porque existe, al mismo tiempo, una gran variedad de carnes como el estofado de cabra y de jabalí, el pato a la brasa o las baldanes del arroz.
Y para finalizar la jornada, os recomendamos descansar en el Hotel Villa Retiro de Xerta. El edificio del hotel fue encargado por un indiano y construido el año 1882 por Josep Fontserè i Mestre, que fue maestro de Gaudí.
Y para los más exquisitos, el chef del restaurante, Francesc López, es el único en el Baix Ebre reconocido con una Estrella Michelin. Francesc López es la cuarta generación de restauradores y, junto con su equipo, elaboran una cocina basada en el producto y el mercado con toques de innovación sin perder la esencia de la cocina tradicional.
Hablar de los ríos en el Baix Ebre es hablar del río Ebro. Y para la Ribera d'Ebre, el río lo es todo. Desde Riba-roja hasta Miravet, la personalidad de sus pueblos está fuertemente marcada por la omnipresencia del río. La Ribera d'Ebre es una de las comarcas de las Terres de l'Ebre que se extiende a ambos lados del río a lo largo de 40 km. Durante la Edad Media fue tierra musulmana y, aunque la reconquista fue acabando poco a poco con la cultura árabe, todavía quedan vestigios de aquella época de esplendor.
Para los que queráis conocer la comarca gracias al turismo gastronómico, un plato destacado son las flores de calabaza rebozadas, que se puede combinar con alguno de los postres emblemáticos de la Ribera, como la coca de cerezas o unas capsetes, unos deliciosos merengues servidos en un cajetín de magdalenas. Pero entre todas las recetas de la comarca, la clotxa es el plato principal por excelencia. Un plato que dice mucho de los orígenes campesinos de la comarca y al mismo tiempo pone de relieve la sencillez y riqueza de nuestra gastronomía. Los campesinos preparaban este plato para llevárselo al campo y comerlo después del gran esfuerzo. La clotxa consiste en vaciar un pan de payés y rellenarlo de arenques, sardinas, ajos, cebollas y tomates escalivados. Para poder probar esta receta, os recomendamos ir a comer al restaurante del camping de Riba-roja y completar la tarde con una excursión hasta Ascó y coger el laúd Lo Roget, una réplica de las embarcaciones tradicionales utilizadas durante siglos en el Valle del Ebro para poder disfrutar del paisaje más virgen de la comarca.
Para digerir la comida, os proponemos una visita guiada de unos 45 minutos al castillo de Miravet, una fortaleza imponente rodeada por una muralla de 25 metros de altura que parece surgir de las rocas. Al acabar la visita, podéis pasear por el pueblo y comprar aceite de oliva de arbequina virgen extra que produce Les Àrgoles. Un aceite perfecto para aliñar una buena ensalada con productos de la huerta, para acompañar una rebanada de pan de payés y para aliñar una escalivada tradicional.
Y si ya saliváis... menú diario, menú degustación, menú gastronómico, carta y picadetes. Eso es el que ofrece el Hostal Gastronòmic La Creu, en Móra d'Ebre, un restaurante especializado en cocina catalana que acompaña los platos con una carta de vino con los vinos más representativos de las denominaciones de origen del sur de Catalunya.
Para los más aventureros, la estancia en el hostal la podéis completar con una salida en piragua por el río Ebro o una jornada de escalada al barranco del Foix en Tivissa. La navegación fluvial es la actividad turística por excelencia en la comarca. En el pasado, el río Ebro era una autopista de mercancías y, en el presente, es un regalo para disfrutar de los bosques de la Ribera, el canto de los pájaros y el susurro del agua.