Beth Galí, arquitecto, urbanista y diseñadora, expresidenta del FAD, forma parte del colectivo profesional que han conformado el "modelo Barcelona" impulsado por los ayuntamientos socialistas y que tuvo el cenit en los Juegos Olímpicos del 92. Vive el confinamiento a caballo entre el estudio de arquitectos, reabierto estos días, y su casa. "Es una maravilla trabajar en casa. Aunque al final haces más horas, puedes hacer otras cosas, como tocar el cello". En las horas de paseo reglamentado ha visto "una Barcelona que es una maravilla, nos ha hecho más felices... no digo que la ciudad tenga que estar vacía. Todos decimos 'cómo lo hecharemos de menos!´ Tenemos que ir para acá".

¿Es momento de repensar Barcelona? "Esta pandemia ha llegado en un momento muy oportuno porque ha sido, yo digo un acelerador de partículas, que de hecho ya estaban latentes como la pacificación de la ciudad, y que ahora se han puesto de evidencia". En Alemania está trabajando en un proyecto con las grandes empresas automovilísticas para que hagan coches más limpios y menos ruidosos. "Ya se ha acabado eso de que el urbanista piense la ciudad sólo desde su ámbito". Por eso, "ahora que no tenemos coches, el Ayuntamiento de Barcelona tendría que caminar hacia la pacificación de sacar carriles y motos de las aceras, esta es la relación causa-efecto. Hagámoslo ahora, en caliente, antes no se acabe el confinamiento".

Autora del parque y biblioteca Joan Miró, la zona de baños del Forum o el Cementerio de la Pedrera en Montjuïc, esta urbanista compañera de Oriol Bohigas considera que "ahora venimos de unos años en que no se ha hecho nada" I en lugar de planes urbanísticos que son procesos pesados, prefiere obras pequeñas que pueda ser proyectadas, hechas y construidas en poco tiempo. "En un año podríamos tener espacios estratégicos extendidos por los barrios de Barcelona en condiciones de ser vividos. Empieza a haber iniciativas en esta línea, muy cerca del ciudadano, que crean tejido urbano".

Beth Galí es muy partidaria del tranvía de la Diagonal, "casi es un vicio". A su entender, tendría que haber tres grandes líneas, "que son las tres grandes vías de Cerdà sur, norte, oeste: Diagonal, Gran Vía y Meridiana, que funcionarían como el tren del extrarradio de Paris". Sin embargo, alerta: "Este tema no tendría que estar contaminado por la política".

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