Camins que ara s'esvaeixen, camins que hem de fer sols, camins vora les estrelles, camins que ara no hi són. Cuando Gerard Quintana escribió la canción estrella de Sopa de Cabra, lo hizo con la intención de darle un trasfondo metafórico. Lo cierto, sin embargo, es que su prosa también podría servir para hablar de una realidad tangible: los caminos evolucionan, se crean, y, por desgracia, a veces se borran.
Catalunya tiene 947 municipios, hecho que implica que existen miles de caminos que les interconectan. Estos vínculos terrestres tienen una importancia primordial en la salud de las personas, del territorio e, indirectamente, en la economía y la actividad turística del país, de manera que conservarlos es, sin ningún tipo de duda, una cuestión muy trascendente. Por desgracia, no siempre ha sido así.
111 de los 947 municipios de Catalunya se encuentran repartidos entre el Alt Urgell, la Alta Ribagorça, la Cerdanya, el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà, el Solsonès, la Noguera y el Conselh Generau d'Aran; una superficie que representa más de una cuarta parte del total del territorio, el 25,88%, con una superficie total de 8.310,25 km2.
La baja densidad de población de la zona, unos 13 habitantes por km2, sumado a la pérdida poblacional que tiene lugar desde la crisis del 2008, ha provocado que estas regiones y sus caminos a menudo hayan sido olvidados. En este contexto, nace el proyecto Caminos tradicionales de los Pirineos, una iniciativa de la Diputación de Lleida financiada gracias al proyecto de Fondos Europeos de Desarrollo Regional de la Unión Europea.
La privilegiada situación de las comarcas donde se desarrolla el proyecto, conectadas con Francia, Andorra, Aragón y las provincias de Barcelona y Girona; no sólo permitirá mejorar y reforzar el trazado de rutas ya creadas y consolidadas dentro del territorio como el Cinquè Llac, el Camino del último cátaro, Caminos Vius o el Ramat de Camins; si no que garantizará la connexión con rutas externas como el Camino de Sant Jaume por Sant Beat, Perseguits i Salvats con Francia, caminp de l’Artiga de Lin hacia el hospital de Benasc, camino de Sant Jaume por Roda d’Isàbena con Aragón, las Rutes Blaves del Llobregat y el Cardener y el Camino dels Bons Homes con la Catalunya Central
Kilómetros y kilómetros de caminos
La Diputación invertirá más de 1 millón de euros en desbrozar, abrir paso, adecuar el terreno o señalizar tramos de conexiones entre comarcas. En total, 142 kms en el Alt Urgell, 98.27 kms en la Alta Ribargorça, 142 kms en el Conselh Generau d'Aran, 27,15 kms en la Alta Cerdanya, 19,5 kms en la Noguera, 139,8 kms en el Pallars Jussà, 1747,41 kms en el Pallars Sobirà y 179,8 kms en el Solsonès.
El proyecto, pionero en Catalunya, establece que las capitales de comarca serán los nodos principales, de manera que los puntos de inicio y final se situarán en los lugares donde se concentran los servicios turísticos, comerciales, sanitarios y donde al mismo tiempo se puede asegurar la mejor conexión con el transporte público.
La iniciativa se inspira en proyectos como el itinerannia, por el hecho de coordinar las acciones de desarrollo de red de caminos entre tres comarcas, el Ripollès, la Garrotxa y el Alt Empordà; en el ámbito local, y en referentes como Move Your Alps, Grands Treverse du Jura, Switzerland Mobility y, sobre todo, Vía Alpina, una red de senderos a través de 8 países (30 regiones); Italia, Suiza, Alemania, Liechtenstein, Austria, Francia, Eslovenia y Mónaco.