Ante el reto de la emergencia climática y de adoptar nuevos consumos de modelos energéticos que abandone los combustibles fósiles, el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) consolida el compromiso de alcanzar los objetivos europeos de reducción de las emisiones de CO₂ un 40% en el 2030, de alcanzar un 30% de energías renovables y mejorar un 30% la eficiencia energética. Apostando por el ahorro y la eficiencia energética, las principales inversiones que ya se están llevando a cabo, consisten en implantar energías renovables en los equipamientos del territorio mediante placas fotovoltaicas y, al mismo tiempo, favorecer la adaptación de la metrópolis a los impactos que ya se están experimentando del aumento de la temperatura.
Los objetivos principales son la lucha contra el cambio climático y la consecución de una verdadera transición energética al territorio metropolitano, mediante un cambio de hábitos de la ciudadanía. Un proyecto que se enmarca en el Convenio FEDER que la Generalitat de Catalunya y el AMB firmaron el año 2017 para la gestión de proyectos metropolitanos dentro del programa operativo de inversión en crecimiento y empleo FEDER Catalunya 2014-2020 para ámbitos como las smart cities, la movilidad sostenible, la eficiencia energética o la recuperación y el fomento del patrimonio natural, industrial y cultural. El vicepresidente del Área de Ecología del AMB, Eloi Badia, apunta que desde el área metropolitana "trabajamos con el objetivo que en el 2030 todos los ayuntamientos que forman parte de la metrópolis sean neutros en sus consumos: edificios públicos, escuelas, alumbrado público, etc.".
Con una inversión total de cerca de 26M €, se prevé que a finales del 2023 el AMB tenga una potencia de generación instalada de 22 MWp
La neutralidad en carbono: una realidad inminente
El AMB diseña desde el 2019, planos personalizados para cada uno de los municipios metropolitanos, que indican qué potencial de generación de energía solar fotovoltaica tienen y como priorizar las inversiones. Todos los municipios metropolitanos ya disponen de estos planes y todos tienen su hoja de ruta de producción. Ana Romero, jefe del Servicio de Sostenibilidad y educación del AMB apunta como para conseguir los objetivos de 2030, "aprovecharemos las cubiertas de los edificios públicos para instalar placas fotovoltaicas, para obtener así energía debido al poco suelo que disponemos en la zona." Una realidad que siguen con la finalidad de disponer de 215 instalaciones fotovoltaicas en edificios públicos.
Cubiertas solares y fotolineras laborales, ejemplos de autosuficiencia energética
Dentro del Programa de inversiones en energías renovables del AMB, se enmarca la instalación fotovoltaica del centro sociosanitario El Carme. El esfuerzo de implantación de estas infraestructuras por combatir la emisión de gases de efecto invernadero, se concreta en dos tipos de instalaciones: las cubiertas solares y las fotolineras laborales, que destinan la energía generada con placas fotovoltaicas a recargar los vehículos eléctricos enchufados, y, cuando no la necesitan –bien porque ya están cargados o bien porque no hay ningún coche conectado en aquel momento–, se puede aprovechar para dar energía en la instalación pública que tienen al lado.
La instalación en cuestión es la mayor de este municipio en régimen de autoconsumo, es decir, aprovecha toda la energía generada por las placas solares instaladas al mismo edificio. En este caso, la potencia de generación total es de 80 kWp. El proyecto comportó una inversión de 110.074.57 € a cargo del AMB, tiene una vida útil garantizada mínima de 30 años y se calcula que dentro de siete años, la inversión esté amortizada.
Por otra parte, respecto a las fotolineras actualmente encontramos 22 en pleno funcionamiento. La mayoría de ellas están ideadas como servicio Park&Ride, dirigidas a cualquier ciudadano que quiera dejar su vehículo eléctrico cargándose mientras accede a Barcelona en transporte público. Una forma de ahorrar tiempo mientras dejas el coche cargándose en el aparcamiento.
La ejecución del proyecto FEDER de fomento de las energías renovables permitirá a el AMB disponer a finales del 2023 de 5 MWp de potencia instalada, que equivalen al consumo de 2.079 hogares, a 286 vueltas al mundo en coche diésel en un año o a la plantación anual de 69.000 árboles. Más a largo plazo, con el horizonte 2030, se prevén 380 nuevas instalaciones de placas solares en edificios públicos del territorio, así como el despliegue de una gran red de fotolineras laborales de hasta 100 estaciones.
Objetivo 2030: ayuntamientos 100% renovables
El AMB impulsa la neutralidad de emisiones de sus ayuntamientos mediante el proyecto Ayuntamientos 100 % renovables 2030, con el objetivo que la totalidad de los consumos energéticos de edificios municipales y alumbrado públicos sean 100% renovables. Para conseguirlo habrá que instalar hasta 100 MWp de producción fotovoltaica, pero también reducir el consumo municipal a la mitad del actual. Por eso, el AMB ha aprobado el Plan de sostenibilidad ambiental (PSA) que amplía la capacidad inversora del AMB en 110 millones de euros mediante acciones de eficiencia energética y de movilidad sostenible. Las nuevas instalaciones fotovoltaicas, que los ayuntamientos podrán utilizar para incrementar la potencia instalada, son una de las actuaciones que se incluyen en este Plan.