Los vinos de la DO Montsant son fruto de una tradición centenaria y de los conocimientos académicos actuales. Son productos artesanos, en los que la mano del hombre interviene en todo el proceso de elaboración, un proceso que es resultado de un equilibrio irrenunciable entre el campo y la bodega. En la DO Montsant conviven desde grandes cooperativas a iniciativas familiares, pasando por bodegas privadas de diverso tamaño. Sea cual sea su estructura empresarial y su volumen de producción, todos comparten un mismo objetivo: elaborar vinos de calidad que hablen de esta tierra.
Lo que convierte un buen vino en un gran vino es la capacidad de transmitir de donde proviene
Paisaje de la DO Montsant
Una orografía singular
La DO Montsant está integrada por 17 municipios situados principalmente en la comarca del Priorat y también en la de la Ribera d'Ebre, con una superficie total de viña de unas 1800 Ha. El territorio de la DO Montsant está delimitado por un semicírculo de montañas que, visto sobre un mapa, le confieren una forma singular.
Por el norte, queda configurada por las sierras de Montsant (que da nombre a la DO) y La Llena, que la conecta con las frondosas montañas de Prades. Al este, los límites los marca la cordillera prelitoral de Argentera, la Mola de Colldejou y Llaberia, que nos anuncian la presencia próxima del mar. En el lado opuesto, encontramos las sierras de La Figuera i del Tormo. El paisaje que configuran estas sierras ha sido entendido siempre por la DO como elemento de identidad y como valor cultural. En una zona eminentemente agrícola, este paisaje forma parte de la riqueza patrimonial que, desde siempre, ha sido considerado uno de los bienes más preciados por los viticultores y bodegas que conforman la DO.
Las viñas se encuentran entre los 50 metros sobre el nivel del mar, en las zonas más bajas, y los 700 metros, en las zonas más elevadas
En el sur, el territorio se vuelve más abierto hacia el río Ebro, donde se encaminan los ríos Siurana y Montsant, que junto con la riera de Capçanes son los cursos de agua que riegan el territorio. La orografía de la DO Montsant es variada, accidentada y abrupta en general, aunque se vuelve suave en algunas zonas, especialmente hacia el sur.
Un paisaje bien explotado es sinónimo de trabajo bien hecho, de calidad y de sostenibilidad. Y precisamente estos son los valores que definen los vinos de la DO Montsant, donde el modelo agrícola sabe armonizar la tradición agraria mediterránea con la innovación y la creatividad para crear un proyecto de futuro.
Variedades de uva Históricas y Predominantes
Los vinos tintos son los más comunes en la DO Montsant. Más del 90% de su producción corresponde a variedades negras. Sin embargo, la DO también produce variedades de uva blancas. Las cuatro variedades consideradas históricas y predominantes son en el caso de las negras la garnacha negra y la cariñena, y en el caso de las blancas la garnacha blanca y el macabeo. A continuación os mostramos una pincelada sobre las características de cada una de ellas.
Negras
Garnacha Negra: Variedad bien adaptada al calor y la sequía. De perfil aromático muy sensual, produce vinos de gran complejidad y bien estructurados. Las notas de frutos negros maduros, ciruelas, confitura, balsámicos y sazonados son propios de la Garnacha Negra.
Cariñena: También conocida en la zona como Samsó, es una variedad relativamente productiva que requiere insolación para madurar adecuadamente. Los vinos de Cariñena presentan una pigmentación acentuada y son aromáticamente muy intensos y de grado moderado, a la vez que disfrutan de una excelente acidez. En boca, se muestran ligeramente astringentes y muy elegantes.
Blancas
Garnacha Blanca: Variedad bien adaptada a climatologías cálidas, de fruto muy jugoso y aromático, con la que se elaboran vinos blancos con personalidad y gran capacidad gustativa. Los vinos de garnacha blanca disfrutan de buena acidez y equilibrio, sean jóvenes o envejecidos en barrica. Los aromas de miel y sotobosque y la sedosidad en boca son propios de la garnacha blanca.
Macabeo: Variedad de uvas grandes, de piel fina y de color amarillo dorado. De buena maduración y concentración de azúcares. Produce vinos secos, frescos y equilibrados. Son propios del Macabeo los aromas afrutados de manzana y frutas blancas. Se consumen jóvenes y, en muchos casos, se utilizan para hacer mezclas con garnacha blanca.
Estas variedades históricas y autóctonas son las que se adaptan mejor al territorio y las que dotan de singularidad a la DO Montsant dentro del panorama vitivinícola mundial. Sin embargo, en la DO Montsant podemos encontrar vinos elaborados con chardonnay, moscatel, pansal, parellada, cabernet sauvignon, garnacha peluda, merlot, monastrell, picapoll negro, syrah y tempranillo.
La crítica especializada confirma el "valor al alza"
The New York Times habla de Montsant como una DO "que se ha reinventado, con nuevos productores que han saltado a la palestra mundial". La Guía Peñín, la guía más importante de España, dice que "es la DO con mayor crecimiento cualitativo de Catalunya, una DO en la que todas las bodegas han sabido trabajar bien, hasta el punto que se puede hablar de un concepto de marca Montsant". O por ejemplo, 'La Guia de Vins', referente de la crítica en Catalunya, también enaltece la DO y escribe que "Montsant es la vanguardia de una manera de hacer vino que con el tiempo se ha consolidado como una opción en sí misma".
Los elogios de la crítica especializada tienen su reflejo en los consumidores. Hoy en día, los vinos de Montsant se encuentran en las mesas de una cuarentena de países, principalmente en Alemania y los Estados Unidos. Casi la mitad de los vinos que se elaboran en Montsant se destinan a la exportación.
Como siempre, para conocer mejor una DO, la mejor opción es visitarla y disfrutar de experiencias únicas en el territorio. En la DO Montsant conviven las grandes cooperativas agrícolas con las bodegas particulares, muchos de estos de tradición familiar. Asimismo, hay productores que elaboran vinos de sus propias viñas utilizando las instalaciones otras bodegas. Todos comparten un mismo objetivo: elaborar vinos de calidad.
Una de las actividades que os recomendamos en esta DO es hacer una visita al Celler de Capçanes, donde tienen una gran variedad de visitas que se adaptarán seguro a la disponibilidad que tengáis para visitar la zona.
Si queréis conocer los vinos y la historia del Celler de Capçanes pero no disponéis de tiempo suficiente para visitar la bodega, ofrecen la posibilidad de visitar la tienda de la bodega y probar sus vinos allí mismo. Si tienes más tiempo, puedes escoger la opción de visitar la Bodega + una cata de vinos o hacer una visita a sus viñedos.
Interior de la Bodega de Capçanes de la DO Montsant
Además, una vez al mes, el Celler de Capçanes obsequia aquellos que los visiten con una excursión, de unos 10 minutos por los caminos de la Sierra de Llaberia, a dos de los abrigos visitables, seguida de la visita a sus instalaciones con una degustación de vinos especial para la ocasión: 4 quesos prémium + la serie Pinturas Rupestres, con la venta de los quales el Celler de Capçanes colabora en la conservación.
Excursión por la Sierra de Llaberia
Si no quieres esperar a visitar la zona para tomar uno de sus vinos, la DO Montsant ha puesto en marcha su propia tienda en línea. Un portal donde podréis escoger entre más de 200 referencias de vinos Montsant de una treintena de las bodegas adscritas a la DO.
Candidatura UNESCO, un proyecto de país
Priorat-Montsant-Siurana es la candidatura de la comarca del Priorat a la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en la categoría de paisajes culturales.
Los paisajes culturales reconocen a escala mundial los espacios que ilustran de manera excepcional la interacción entre el hombre y la naturaleza a lo largo de la historia. En el caso de Priorat-Montsant-Siurana, el objetivo es el reconocimiento internacional de la valía de un modelo agrícola que sabe armonizar la tradición agraria mediterránea todavía viva y la innovación y la creatividad con proyección de futuro.
La candidatura Priorat-Montsant-Siurana supera el planteamiento estrictamente local para convertirse en un proyecto de país
En el ámbito internacional, inscribir un paisaje cultural agrario mediterráneo en la lista del patrimonio Mundial supondría para Catalunya una extraordinaria visibilidad y promoción.
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