El día 5 de septiembre del año 1979, hace 40 años, el gobierno provisional del president Josep Tarradellas firmó el decreto de constitución de la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), con la Generalitat de Tarradellas recién recuperada, incluso antes de que se aprobara el estatuto. 40 años después, Ferrocarrils celebra esta efeméride y lo hace bajo el lema "Comprometidos y preparados para el futuro", poniendo énfasis en lo que quiere ser la empresa, y estará, en el futuro.
Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya ha puesto de manifiesto, a lo largo de sus cuarenta años de historia, uno de los rasgos que más la caracteriza: la capacidad de adaptación de sus líneas a la gran diversidad del territorio catalán.
FGC conforma la compañía ferroviaria europea más variada en cuanto a sistemas de transporte público
Ferrocarriles suburbanos, líneas de mercancías, trenes de cremallera, líneas de funiculares, telecabinas y remontes
Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya gestiona líneas de ferrocarriles suburbanos, como el Metro del Vallès y el Metro del Baix Llobregat; líneas de mercancías, como el ramal de Manresa en Súria y el del Puerto de Barcelona; líneas de tren de cremallera, como el Tren de Cremallera de Núria y el Tren de Cremallera de Montserrat; líneas de funicular, como el de Vallvidrera, Gelida, Sant Joan y Santa Cova; y varias telecabinas y remontes, como los de las estaciones de esquí de la Molina, Vall de Núria, Port Ainé, Espot y Vallter 2000.
Este año FGC ha mirado al futuro y se ha puesto como misión dar respuesta a tres grandes retos: el cambio climático, el cambio tecnológico y la globalización. Un reto para convertirse en un agente de transformación y palanca de respuesta a los retos globales.
Agenda Estratégica 10/30: presente y futuro de una red ferroviaria innovadora
FGC ha presentado este año la Agenda Estratégica 10/30, un documento que prepara la empresa para el futuro, fija las posibilidades de crecimiento de la compañía y establece una hoja de ruta para cada uno de sus ámbitos de actuación.
En total se han definido 10 ámbitos con una estrategia de cambios que, sumados y coordinados, tienen que culminar con la transformación de una FGC adaptada a las necesidades de la Catalunya del 2030. La agenda incorpora como propios, tal como ha hecho el Gobierno, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la Organización de las Naciones Unidas en septiembre de 2015.
FGC en 2030 será una empresa que se caracterizará por la innovación y la sostenibilidad sin perder sus raíces
Las siglas de la palabra humans son el eje identitario de la redefinición del mensaje de FGC hacia la sociedad.
La historia y la evolución de FGC
Durante la década de los ochenta, y ante el mal estado de las líneas recibidas, FGC llevó a cabo un ambicioso plan de modernización que contemplaba tanto la completa reconstrucción de las vías y las instalaciones, como la renovación del material móvil. Este plan se materializó con la llegada el año 1983 del primer tren eléctrico de la nueva serie 111, que estuvo formada por 20 unidades de tren. La mejora del transporte de mercancías o el soterramiento de las vías entre Cornellà y Barcelona (1985-1987) son sólo algunas de las acciones primordiales de los primeros años de gestión por parte de la Generalitat de Catalunya.
A mediados de los años noventa, las redes de FGC empezaron una nueva etapa con la entrada en servicio del Metro del Vallès en 1996 y del Metro del Baix Llobregat en 1997. Los nuevos servicios representaron un cambio sustancial en el sistema de explotación de las redes, posiblemente la más importante desde su inauguración, ya que estableció un horario con una elevada frecuencia de paso a todas las líneas.
El año 1986, con la integración en la empresa del tren de cremallera de Núria, de las estaciones de montaña de Vall de Núria y La Molina y del funicular de Montserrat, FGC dio el primer paso para convertirse en una de las empresas ferroviarias más variadas del mundo, dado que, no sólo incorporaba la gestión de un nuevo medio de transporte, sino de un tipo de servicio diferente vinculado al turismo y a los deportes de montaña. Posteriormente, ya entrados en el siglo XXI, se incorporaron también las estaciones de Espot Esquí y Port Ainé (año 2011) y Vallter 2000 (año 2013).
Recientemente, con la entrada en servicio de las nuevas unidades Stadler, el año 2016 se materializó definitivamente la asunción por parte de FGC de la operación de la línea ferroviaria entre Lleida y La Pobla de Segur. Los años 2015 y 2017 culminaban dos ambiciosos proyectos: las prolongaciones de Terrassa y de Sabadell.
Los cambios que la red de FGC ha experimentado durante las últimas cuatro décadas son evidentes: la mayoría de estaciones e instalaciones han sido reformadas, los andenes han sido alargados y los espacios han sido adaptados a las personas con movilidad reducida (PMR).
Los primeros trenes de FGC
En la red Barcelona-Vallès, donde todavía circulaban recarrozados algunos de los trenes Brill originales de la línea, FGC llevó a cabo durante la década de los ochenta un ambicioso plan de modernización. Este plan se materializó con la llegada el año 1983 del primer tren eléctrico de la nueva serie 111. Esta nueva generación representó una verdadera ruptura con la tradición y las prácticas de la línea y permitieron la introducción de nuevas tecnologías y la sustitución de buena parte del material clásico.
El programa de inversiones también incluyó importantes actuaciones sobre las infraestructuras como la construcción de una nueva línea en el campus de Bellaterra de la Universidad Autónoma (1984), el soterramiento del tren en Terrassa (1987), la modernización de todas las estaciones, la duplicación de vía de los tramos de Sant Cugat en Sabadell y Terrassa (1985-1993), la puesta en servicio del Control de Tráfico Centralizado (CTC) de Sarrià o la introducción de modernos sistemas de control como el ATP. De esta manera, al principio de la década de los noventa la red ya se había convertido en un ejemplo de tren suburbano puntero y moderno.
Nieve y montaña: el Tren de Cremallera de Núria
El Tren de Cremallera de Núria, el único medio de transporte que llega hasta el Valle del mismo nombre, fue construido por la compañía Ferrocarriles de Montaña en Grandes Pendientes (FMGP) a finales de los años veinte y fue inaugurado el 22 de marzo de 1931. La línea pasó a depender de la Generalitat de Catalunya el año 1982 y, enseguida, fue sometida a un amplio proceso de modernización que culminó con su integración en la red de FGC. La renovación del tren cremallera incluyó acciones como la puesta en servicio de tres nuevos automotores, la modernización de las locomotoras y los coches de viajeros, la construcción de los talleres de Orillas-Villa o la sustitución de las vías.
Finalmente, la integración del Tren de Cremallera de Núria también supuso la incorporación a FGC de las diferentes instalaciones de esquí de las estaciones de Vall de Núria y La Molina, además de los funiculares de Montserrat.
Las estaciones de esquí. Competición y turismo
A finales de los años 90, la necesidad de ofrecer un gran dominio esquiable que pudiera competir con las principales estaciones de esquí de Europa motivó la planificación de nuevas instalaciones y remontes en La Molina. La principal actuación consistió en la construcción y puesta en servicio de la Telecabina de La Molina, el año 1999, que, conjuntamente con el acuerdo alcanzado con la estación vecina de Masella, permite a los esquiadores descender por las pistas de ambas estaciones bajo la marca de Alp 2.500.
Actualmente, el espíritu de modernización y renovación que desde FGC se ha aplicado en las instalaciones turísticas y deportivas, siempre en consonancia con la conservación y el respeto por el medio natural, han convertido a muchas de ellas en estaciones de referencia que han acogido la celebración de importantes competiciones deportivas.
Una compañía de funiculares
El año 1998 el Funicular de Vallvidrera, que fue construido por la misma compañía del Tren de Sarrià el año 1906, fue renovado con nueva maquinaria y vehículos para estar integrado dentro del nuevo servicio del Metro del Vallès. Por su parte, los funiculares de Santa Cova i Sant Joan, ambos ubicados en la montaña de Montserrat e incorporados bajo la gestión de la compañía junto con el Tren de Cremallera de Núria el año 1986, también fueron objeto de una completa modernización. El de Sant Joan, inaugurado el año 1918, estuvo dotado de nuevas carrocerías el año 1997 y de nuevos vehículos y maquinaria los años 2015 y 2016. El Funicular de la Santa Cova, en funcionamiento desde 1929, fue recarrozado el año 2001.
En la villa de Gelida, el funicular que une el municipio con la estación del ferrocarril, una línea inaugurada el año 1924 y gestionada por FGC el año 1980, fue completamente renovado el año 1982. Finalmente, en la Vall de Núria, el antiguo Funicular del Hotel Puigmal fue sustituido por un teleférico el año 1988.
El nuevo Tren de Cremallera de Montserrat
El año 2003 fue reabierto uno de los ferrocarriles más representativos de Catalunya, el Tren de Cremallera de Montserrat, que muy pronto superó a su predecesor en popularidad.
El nuevo Tren de Cremallera de Montserrat dispone de trenes eléctricos con visión panorámica que ofrecen un acceso rápido y respetuoso con el medio ambiente en la parte alta de la montaña
El antiguo tren de cremallera, que había entrado en servicio el año 1892, funcionaba con locomotoras de vapor y coches de viajeros de madera. La compañía impulsora, Ferrocarriles de Montaña en Grandes Pendientes (FMGP), decidió su construcción con el fin de facilitar el acceso a los numerosos peregrinos y a los primeros turistas que subían hasta el Santuario de Montserrat. A pesar del éxito, la falta de inversiones y mantenimiento fueron pesando sobre la línea y la compañía decidió clausurarla el año 1957. Sin embargo, a diferencia de otras líneas cerradas, se decidió conservar la traza ferroviaria, lo cual facilitó, al cabo de unas décadas, su reconstrucción, motivada principalmente por el colapso de los accesos por carretera al Monasterio de Montserrat y el impulso de la sociedad civil.
El Tren del Cemento
El Ferrocarril Turístico del Alt Llobregat, más conocido como Tren del Cemento, teniendo en cuenta su reducido ancho de vía (600 mm) conforma la línea ferroviaria más pequeña de FGC. Fue inaugurado el 10 de julio de 2005 y enseguida se convirtió en uno de los principales atractivos turísticos de la comarca. Su nombre viene dado por sus orígenes históricos, que se remontan a principios del siglo XX, cuando se construyó la línea ferroviaria entre Guardiola de Berguedà y La Pobla de Lillet con el fin de mejorar las comunicaciones de la próxima fábrica de cemento, ubicada en el término municipal de Castellar de n'Hug, y dar salida en su producción.
La inauguración del servicio de viajeros, el año 1914, rompió durante las siguientes décadas el tradicional aislamiento de la comarca. La línea también ofreció una salida a las mercancías y materias primas de la zona. El crecimiento del transporte por carretera a partir de los años cincuenta provocó su clausura el año 1963. Sin embargo, la espectacular belleza de la parte alta del trazado motivó a un grupo de personas, encabezadas por entidades civiles, a llevar adelante su reconstrucción como ferrocarril turístico a mediados de años ochenta. Desde su entrada en servicio, bajo la gestión de FGC, no ha parado de atraer turistas.