La Fundación "la Caixa" pone a disposición de los enfermos de coronavirus y sus familiares en toda España a los 230 profesionales (psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos y agentes pastorales), que desarrollan el programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades avanzadas, enmarcado en la Estrategia de Curas Paliativas del Sistema Nacional de Salud.
El objetivo es que los profesionales del programa proporcionen a los afectados por el COVID-19 una atención emocional, social y espiritual, cálida y personalizada, que complemente la tarea de las unidades médicas, y que también ofrezcan atención al luto en circunstancias extremas como las de los familiares de las víctimas de la pandemia.
La atención al luto en circunstancias extremas como las de los familiares de las víctimas de la pandemia será también objeto de trabajo por parte de los profesionales del programa.
Distribuidos en una red de 43 equipos de atención psicosocial (EASPS), los profesionales actuarán en las unidades del coronavirus de los 129 hospitales de toda España y en las 133 unidades de apoyo domiciliario en que trabajan normalmente atendiendo personas que se encuentran al final de la vida y sus familiares.
Desde que se puso en marcha en el 2009, este programa, considerado un modelo pionero en la atención emocional, social y espiritual por la Comisión Europea, ha atendido a 182.000 pacientes y 248.000 familiares.
El presidente de la Fundación Bancaria "la Caixa", Isidre Fainé, ha expresado: "Todos tenemos que contribuir a paliar los efectos de la pandemia del coronavirus y a hacer más soportables sus efectos. La atención psicosocial de las personas afectadas por una situación tan desconocida y el apoyo tanto a ellas como a sus familiares quiere ser una semilla de esperanza consecuente con nuestra misión de ayudar a las personas más vulnerables en cada momento".
A lo largo de sus 11 años de recorrido, este programa de la Fundación "la Caixa" ha ofrecido atención a 182.000 pacientes y 248.000 familiares. El Consejo de Europa lo distingue como servicio ejemplar en la atención psicológica, espiritual y emocional.
La evaluación científica del programa concluye que la atención psicosocial ofertada responde a las necesidades y mejora en el 90% los síntomas que provoca la enfermedad y que perjudican el estado anímico y psicológico de los enfermos atendidos. El estudio establece que el 92% de las personas enfermas califican de excelente y muy buena la atención recibida, y cerca del 90% aseguran que han podido resolver temas difíciles (la mayoría, referentes a la comunicación y la relación con la familia y el entorno) gracias a este apoyo.