Meritxell Budó, consellera de Presidencia y portavoz del Govern de la Generalitat, estudió Farmàcia y laboralmente se movió en el campo de la farmacia veterinaria. El salto a la política lo inició en la alcaldía de La Garriga, desde donde accedió a uno acta de diputada al Parlamento y desde marzo de 2019 en el Consejo Ejecutivo. La crisis por la pandemia de la covid_19 ha puesto a prueba al Gobierno y al relato con que diariamente daba cuenta de la evolución y de las medidas tomadas para combatirlo, además de las derivadas económicas y sociales. "Con herramientas de Estado la respuesta a la crisis habría podido ser diferente a la que hemos dado, entre otras cosas porque se nos han retirado unas competencias importantes. Por lo tanto, si ya lo teníamos claro antes de la crisis, ahora es doblemente clara la necesidad de convertirse en estado".
Como lección de una experiencia "nueva para todos los gobiernos", la consellera recuerda que "ahora no es una crisis de deuda, como la de hace diez años, hemos tenido que parar la economía mundial y en este caso habrá que poner recursos. Como administración tendremos que aprender a gestionar de manera diferente y a priorizar a las personas y todas las políticas que tienen que acompañar la reparación de estos daños económicos y sociales".
Durante estos tres meses ha protagonizado 51 ruedas de prensa telemáticas. "Hemos querido trasladar con responsabilidad, con la máxima transparencia y realidad, la situación cada día, una realidad que nunca nos hubiéramos imaginado. Tener la posibilidad de explicarlo a la ciudadanía y de cómo lo vamos gestionando creo que ha sido una experiencia personal muy enriquecedora". Añade que "más allá de que fuera telemática, esta crisis ha puesto en valor que la comunicación ha sido un servicio esencial. Para el gobierno era muy importante poder comunicar, pero también para la población recibirla directamente de su gobierno y cada día". La portavoz enaltece como "el presidente Torra se ha puesto al frente comunicativamente, dando la cara ante la ciudadanía del país, para explicar aquello que nos gusta sentir, pero también aquello que tenemos que sentir, aunque no nos guste".
Sobre la puesta en escena de las ruedas de prensa, la consellera portavoz valora que "siempre hemos dicho que queríamos combatir la pandemia escuchando a los científicos, epidemiólogos, matemáticos y personal sanitario, para prever escenarios y para tratar médicamente. Otros gobiernos han trasladado ciertamente una imagen más militar".
Delante de lo que pueda pasar a partir del final del estado de alarma, con una población harta que podría no seguir las normas de seguridad, Budó considera que "cuando empiezas una desescalada a veces coges una velocidad que es difícil de controlar. La gente tiene mucha prisa de poder volver a hacer su vida y lo que le apetezca. Tenemos que ser capaces de un equilibrio entre esta vida más o menos normal, pero sin olvidar que el virus es entre nosotros y que se tienen que tomar las medidas estrictas y rigurosas mientras no haya la vacuna. Quizás este verano no lo podremos vivir como era habitual, pero tenemos que asegurar poder vivir con normalidad el de 2021". El Gobierno está trabajando con el mundo local en la determinación de las medidas a tomar para gestionar la post-emergencia.
¿Cómo gestionar la comunicación en un gobierno de coalición? "En Catalunya ya hemos vivido alcance esta experiencia y se trata de enriquecer el objetivo final con las aportaciones de los dos lados. Comunicativamente, a veces te habría gustado explicarlo de otra manera, pero como portavoz lo tienes que hacer de una manera más neutra y pactada".
Aunque las mujeres son el 50 por ciento de la población, todavía hay masculinización de la política. "El hecho de que en poblaciones importantes y mediáticas de nuestro país haya una alcaldesa -opina Budó- normaliza una cosa que todavía no lo es. Será una semilla para que en futuras generaciones se pueda cambiar la proporción que en el mundo local ahora es de un veinte y pico por ciento de mujeres". Sobre si las mujeres tienen unas habilidades diferentes, como la intuición o la manera de administrar, la consellera opina que "está claro que la manera de resolver, escuchar o intuir es diferente y eso probablemente también se traduce en una manera diferente de tomar decisiones y de gobernar".
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