El Parque Natural de Cap de Creus lo encontramos en el Alt Empordà (Girona), situado entre los municipios de Cadaqués, el Port de la Selva, la Selva de Mar, Llançà, Vilajuïga, Pau, Palau-saverdera y Roses. Fue creado gracias a una ley de 1998 que protege la península del cap de Creus, comprende unas 13.886 hectáreas, de las cuales 10.813 corresponden a la parte terrestre y 3.073 a la marina.
En la zona terrestre, se establecen tres parajes naturales de interés nacional (PNIN), en el norte el de Cap Gros - Cap de Creus; en el sur el de Punta Falconera - Cap Norfeu y al oeste el de la Serra de Rodes; también tienen la misma condición todas las islas e islotes situados dentro del entorno marino del Parque Natural.
El Parque Natural está formado con una configuración geológica singular y con estructuras y afloramientos que forman un conjunto único en el mundo. El efecto de la tramontana ha hecho que aparezcan formas de erosión características y ha transformado el paisaje de una forma muy especial.
Victòria Riera, directora del Parque Natural del Cap de Creus, detalla que "el rasgo característico del Parque es el hecho de ser el primer Parque marítimo y terrestre de Catalunya". Apunta que "su geología, el paisaje y el conjunto de su entorno al encontrarse en el extremo más oriental de la península lo hacen muy especial".
Riera remarca que "los visitantes, lo que más les gusta es el paisaje abrupto, modelado por la tramontana, la punta del Cap de Creus y la costa de todo nuestro Parque".
El paisaje del medio continental
Con respecto a la flora vascular, encontramos un dominio de las especies leñosas con especial adaptación a la falta de agua, esclerofilia, persistencia del follaje, desarrollo limitado de los órganos aéreos, espinescència y esencias aromáticas como rasgos más característicos. Las especies herbáceas son sin embargo de carácter efímero.
Más allá de las condiciones bioclimáticas que determinan una situación geográfica y unos factores de orden local concretos, como pueden ser la frecuencia y la intensidad de los vientos de componente norte y la persistente incidencia de los aerosoles marinos, en el cap de Creus han tenido un papel determinante los factores de modelado ambiental directamente impuestos por el hombre o inducidos por sus actividades.
El paisaje vegetal del cap de Creus es de naturaleza mediterránea, asociado a los parámetros bioclimáticos propios de la región. Inviernos con la presencia de marina y veranos tan secos como prolongados, condicionantes comunes en este tipo de ecosistemas.
Las rocas son un elemento habitual del paisaje del Parque. Aparte de los berrocales y los acantilados junto al mar, las tierras del interior se presentan rebosantes de afloramientos de todo tipo.
La tramontana modela las especies y aporta condiciones de hábitat más estrictas
El viento de tramontana tiene un papel fundamental, modelando las diferentes especies y aportando condiciones de hábitat todavía más estrictas al favorecer la evapotranspiración e incrementando la salabror por los efectos del transporte de agua de mar en forma de llovizna o de aerosoles.
El carácter rocoso del terreno y su clima ventoso y reseco han permitido a las diferentes comunidades vegetales crecer y señorear por todas las antiguas hazas. El fuego, habitual en las últimas décadas, ha acabado consolidando algunas de estas etapas de la sucesión natural.
Por razones de accidentabilidad del relieve, naturaleza del sustrato e influencia de las condiciones halófilas, las áreas más costeras quedaron al margen de la actividad agrícola. Consiguientemente, pues, han mantenido en buena parte su vegetación primigenia, aunque también es cierto que algunas han sucumbido a los efectos de la expansión urbanística.
El paisaje del medio marino
El estrato supralitoral se conoce como la zona supralitoral que se encuentra sometida a los efectos de la salpicadura de las olas. En el cap de Creus, este hábitat se puede extender prácticamente hasta los 4 metros por encima del nivel de las aguas en algunos lugares, donde la acción de la llovizna marina empujada por los vientos de tramontana se hace notar con una extrema virulencia. Se trata de un estrato extraordinariamente pobre dada la dureza de las condiciones ambientales. El estrato mediolitoral es la zona bañada por las olas, de lo contrario dicha mediolitoral, que abarca poco o mucho un metro por encima y por debajo de la superficie del mar, es donde se hace una curiosa formación de algas calcáreas que conforman una especie de cornisa o trottoir.
El estrato infralitoral abarca el espacio permanentemente sumergido, desde bien cerca de la superficie hasta justo antes de llegar a los fondos, donde ya no crecen las especies fotófilas. A su parte superior son especialmente abundantes los poblamientos de pelo sauper. Y finalmente, en el estrato circalitoral, las zonas de más profundidad (de 20 metros a 80 metros) es donde se encuentran las comunidades circalitorales. Desde el punto de vista de las formaciones vegetales, estos ambientes pierden relevancia enfrente de las biocenosis animales, ya que la escasa luz que llega limita en gran parte el crecimiento de las algas.
La flora
La actividad humana y los peculiares factores climáticos del cap de Creus acondicionan su cubierta vegetal. Por un lado hay que tener presente que buena parte del terreno no es más que una inmensa viña abandonada en hazas sostenidas por muros de piedra y, por el otro, la utilización del espacio para pacer ha ocasionado repetidos incendios que han marcado el paisaje. Además, la frecuencia y la persistencia del viento fuerte, sobre todo de tramontana, que seca el ambiente y aporta salinidad en las plantas y en el suelo, condicionan una vegetación peculiar.
Las especies arbóreas no ocupan mucha extensión; las más frecuentes son el pino carrasco (Pinus halepensis) y el alcornoque (Quercus suber). De manera muy puntual en algunas rieras encontramos el olmo (Ulmus minor), el fresno (Fraxinus angustifolia), el aliso (Alnus glutinosa), el avellano (Corylus avellana) o los sauces (Salix sp.). En los lugares más sombríos y abrigados aparecen la encina (Quercus ilex) y el roble martinenc (Quercus humilis).
Las maquias y las malezas ocupan la mayor parte de la superficie y las especies más frecuentes son el lentisco (Pistacia lentiscus), el càdec (Juniperus oxycedrus), el brezo boal y de escobas (Erica arborea y E. scoparia), la estepa negra, la borrera y la blanca (Cistus monspeliensis, C. salviifolius y C. albidus) y la aliaga negra (Calicotome spinosa).
La vegetación más interesante del Parque se encuentra en la zona litoral, donde hay las plantas más adaptadas al viento y a la salinidad
En la zona litoral, encontramos las plantas más adaptadas al viento y a la salinidad, las cuales constituyen sin duda la vegetación más interesante del Parque que no tiene réplica en ningún sitio del litoral catalán. Las especies más características son la armèria del Rosselló (Armeria ruscinonensis), el limonio (Limonium tremolsii) y sobre todo Seseli farreny, la auténtica joya botánica, ya que no se encuentra en ningún otro sitio del mundo.
En el fondo marino destacan las fanerógamas acuáticas, que están protegidas y forman extensas praderas en los fondos arenosos o fangosos. Son ejemplos la posidonia (Posidonia oceanica), el algueró (Cymodocea nodosa) y Zostera sp. Otras plantas que por su rareza están especialmente protegidas en el parque del Cap de Creus son los musgos (Oedipodiella australis var. catalaunica y Entosthodon durieui var. mustaphae); la folguerila (Cosentinia vellea); la lleterassa arbòria (Euphorbia dendroides), la olivella (Cneorum tricoccon) y el tragacanto de Marsella o el cojín de monja (Astragalus massiliensis).
La fauna
De la fauna terrestre invertebrada del Parque destacan tres especies que por su interés han sido protegidas. Son el coleóptero Pseudochlamys raholai, el heteróptero Campylosteia serena y el caracol Mastigophallus rangianus, especie endémica del cap de Creus. Las poblaciones de anfibios están muy bien representadas con poblaciones de casi todas las especies presentes en el país, desde la menuda reineta (Hyla meridionalis) al sapo común (Soplo soplo).
Es interesante también la presencia de la tortuga mediterránea (Testudo hermanni) y la de arroyo (Mauremys leprosa). Otros reptiles más frecuentes son el lagarto (Lacerta lepida) o el dragón (Tarentola mauritanica).
Los pájaros son, sin embargo, lo más destacado de la fauna vertebrada terrestre. Por las características geográficas y botánicas ya mencionadas, el cap de Creus es un lugar privilegiado con respecto a la observación de pájaros, especialmente en primavera y otoño cuando se producen los movimientos migratorios.
El cap de Creus es un lugar privilegiado por la observación de pájaros
En los acantilados se puede observar el águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), el halcón peregrino (Acuño peregrinus) o el duque (Bubo bubo). De pájaros marinos encontramos varias especies de gaviotas, el cuervo marino moñudo (Phalacrocorax aristotelis), las bàldrigues (Puffinus sp.), los charranes (Sterna sp.) o el mascarell (Sula bassana).
El fondo marino es muy rico, gracias a la poca contaminación de las aguas. Es notable la presencia de coral rojo (Corallium rubrum) y de gorgonias (Paramuricea sp.). El bogavante (Homarus americanus) y la langosta (Palinurus elephas) hacen compañía a una buena variedad de peces entre los cuales destacan el sardo (Diplodus sargus), la oblada (Oblada melanura), la salema (Sarpa zarpa), la escórpora (Scorpaena scrofa) y el mero (Epinephelus guaza).
La conservación
Para mantener los diferentes ecosistemas propios del Cap de Creus se están llevando a cabo varios programas de conservación, restauración y reintroducción de flora y fauna propia del Parque.
En el 2001, el Parque Natural fue declarado Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), una protección del mar Mediterráneo contra la contaminación donde se establece la obligación de proteger, preservar y administrar de manera sostenible y ambientalmente racional las zonas de valor natural o cultural especial, mediante el establecimiento de zonas protegidas como el hecho de proteger y preservar las especies de flora y fauna amenazadas o en peligro.
La Reserva Natural Integral de Cap de Creus es la máxima figura de protección del Parque
La punta del Cap de Creus se sitúa en la Reserva Natural Integral de Cap de Creus, la máxima figura de protección del Parque Natural. Este programa pretende preservar y restaurar los valores naturales y paisajísticos, ordenar el acceso público y facilitar la interpretación del paisaje. No obstante, es la zona más frecuentada por los visitantes, vista su belleza y singularidad geológica.
Dentro de las medidas de restauración de los sistemas naturales y del paisaje, se intentan restaurar los hábitats singulares como las zonas húmedas o el bosque de ribera. Se restauran zonas degradadas como los vertederos o instalaciones en desuso y se trabaja para evitar la proliferación de flora exótica invasiva. Las medidas para la gestión y la protección del medio marino regulan las actividades marinas con especial énfasis con la regulación de la extracción de coral rojo, de la pesca profesional y deportivo y de los anclajes y la navegación.
Finalmente, los programas de recuperación de especies tienen como objetivo recuperar la presencia de diferentes especies de atención especial y aumentar así sus poblaciones. Un ejemplo podría ser la reintroducción del cernícalo primilla (Acuño naumanni) y la tortuga mediterránea (Testudo hermanni), después del éxito conseguido con la reintroducción del corzo (Capreolus capreolus). Por otra parte, se trabaja para mantener y aumentar las escasas poblaciones de águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), còlit negro (Oenanthe leucura), curruca trencamates (Sylvia conspicillata) y mirlo roquero (Monticola saxatilis), entre otros.
Itinerarios
El Parque Natural dispone de itinerarios a través de los cuales podemos conocer diferentes valores tanto naturales como culturales. Los caminos por los cuales pasamos son mayoritariamente cañadas, caminos públicos. Estos caminos son antiquísimos y no nos tiene que extrañar encontrar elementos de todas las edades históricas, como dólmenes, masías, corrales, o bien iglesias.
- El itinerario 1: permite alcanzar un conocimiento general de los valores del Parque Natural y representa una alternativa a los caminos de largo recorrido (GR), ya que conecta todos los municipios del Parque y da pie a visitar lugares tan emblemáticos como el coll de Sant Genís, espectacular por sus vistas sobre el golf de Roses.
- El itinerario 3, de Roses: es una ruta que permite visitar el dolmen mayor de Catalunya (la Creu d'en Cobertella) y el menhir de la Casa Cremada. Se trata de una ruta de carácter histórico.
- El itinerario 4, de Vilajuïga: permite pasear entre diferentes tipos de paisaje: agrícola, forestal y cultural.
- El itinerario 5, de Cadaqués: destaca por el elemento de la construcción en piedra seca, los olivos y el paisaje.
- El itinerario 6, del Port de la Selva: obliga a fijarse en la vegetación típicamente mediterránea y da la posibilidad de visitar la iglesia de Sant Baldiri de Tavellera, en proceso de excavación arqueológica y restauración.
- El itinerario 7, de la Selva de Mar: permite pasear entre torres de defensa y conocer el encanto de un pueblo de montaña junto a mar.
- El itinerario 8, de Palau-saverdera: de contenido histórico y popular, permite visitar una importante cañada, un castañar, la ermita y la fuente de Sant Onofre y los dólmenes de la Muntanya d'en Caselles y de la Sureda.
- El itinerario 9, de Pau: destaca por el paisaje, ya que se puede apreciar una magnífica vista sobre la plana ampurdanesa. De contenido histórico innegable, se puede visitar la Creu Blanca, testimonio de cruz monumental que marcaba el territorio del monasterio de Sant Pere de Rodes.
- El itinerario 10, del Valle de Santa Creu: vecindario del municipio del Port de la Selva, destaca por la orografía con un máximo de 500 metros y por la soledad de los parajes.
- El itinerario 11, de Llançà: diseñado por los alumnos del IES Llançà, en este itinerario se puede disfrutar de la restauración de la font d'en Falcó, lugar muy querido por los habitantes.
Los itinerarios 15 y 16 corresponden a las dos Reservas Naturales Integrales terrestres del Parque: la del cap de Creus y la del cap Norfeu
- Los itinerarios 15 y 16 corresponden a las dos Reservas Naturales Integrales terrestres del Parque: la del cap de Creus y la del cap Norfeu. Destaca la flora y la geología, así como el paisaje. Las Reservas son las figuras de máxima protección de la naturaleza que tenemos en Catalunya, y que sólo se permite el acceso por los caminos expresamente señalizados como itinerarios del Parque.
- El itinerario 17, de Cadaqués: permite visitar el Paraje de Tudela, un paisaje muy peculiar por su aspecto casi lunar que presenta un gran valor geológico: de hecho encontramos referencias constantes a las formas peculiares que presentan las rocas en textos de Salvador Dalí o Josep Pla.
¿Cuándo se tiene que visitar el Parque?
Victòria Riera, directora del Parque, recomienda visitarlo en primavera o bien en otoño, aunque dependerá de lo que busquen los visitantes. "En primavera el paisaje es muy bonito, con la floración de las plantas es cuando todavía no hace tanto calor". Apunta que si lo que buscan los visitantes es bañarse, "lo ideal es venir en verano, en las calas se podrán refrescar y pasar mejor el calor".
En cambio, "para aquellos que busquen hacer senderismo, el mejor momento para pisar el Parque es durante los meses de mayo y junio, cuando todavía no llegamos al pico de temperaturas estivales pero ya empieza a hacer el calor suficiente como darse algún baño y así poder combinarlo con la excursión".
A lo largo del año, Riera apunta que por el Parque pasan entre 400.000 y 500.000 personas. Tienen un registro de unos 30.000-40.0000 usuarios que pasan por los puntos de información, es por eso que hay que remarcar las actitudes cívicas y respetuosas con el entorno natural del Parque Natural del Cap de Creus.