Ramon Córdoba de Dalmases, experto y asesor de arte de grandes coleccionistas, regenta también la tienda-taller de marcos Astrolabius de la calle Mandri con más de cincuenta años de historia. Por allí han pasado toda clase de artistas y de obra y fruto de su bondad y clase ha hecho amistad con una multitud de personalidades del arte y de la cultura. De Joan Miró destaca que "te miraba y te escuchaba". Es un buen conocedor de lo que se mueve por el mundo y por lo tanto de las oportunidades que se abren para comprar una obra maestro a un precio alto, pero razonable. Su taller y su casa son un museo vivo.
Ha restaurado y embellecido cuadros del Prado y de otros museos y también de colecciones privadas de alto valor. ¿Siente una emoción especial cuando tiene delante suyo según qué obra? "Cuando tuve un Kandinsky de un cliente de Barcelona me hizo ilusión. Los días que aquel cuadro estaba en la tienda era como si fuera mío, lo podía mirar, tocar..."
Valorando qué han representado estos tres meses de aislamiento considera que "durante el confinamiento mucha gente se ha dado cuenta que puede disfrutar de los cuadros que tiene en casa y, además, quiere ampliar. La pandemia no ha sido cruel con el mundo del arte, más bien el contrario". ¿Momento propicio para la creatividad? "Bastante, sobre todo para el artista que tiene una cierta inquietud. Lo que tiene menos, pero lo necesita para vivir, ha pintado bastante más. Todos los artistas que conozco han tenido mucha creatividad". Evoca Picasso, qué valoración es directamente proporcional a los periodos en que se enamoraba de otra pareja, cuando tenía una gran creatividad y entonces su cotización subía.
Ramon Córdoba considera que no es cierto que genios como Miró, Dalí o Tàpies no tengan relevo. "Hay artistas jóvenes -Barceló, Plensa, mundialmente conocidos, Genovés, que acaba de morir- que se cotizan y, desengañémonos, si se cotiza es bueno". Discrepa de que no haya coleccionistas. "No es verdad, lo que sobran son galerías. ¡A Enric Granados hay 17!" y en cambio considera que a las subastas se puede comprar más barato que directamente al artista – "está por debajo de precio" - y no cree que la venta por internet arraigue demasiado en este sector porque la obra de arte se tiene que poder ver en el natural y tocar.
Este experto valora el arte en función de lo que guste, no del precio. Su experiencia profesional lo hace pensar que no han cambiado mucho los usos y costumbres de los consumidores. Es muy escrupuloso a la hora de recomendar qué marco poner. "No ir nunca contra la obra", ni poner colores que contradigan la pintura. Es optimista en cuanto al futuro. Contrariamente a la creencia que la juventud no compra obras de arte, cree que no es cert. Otra cosa es que si no se construye vivienda nueva baja la demanda de arte para llenar paredes.
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