¿Te imaginas cómo sería hacer arte a partir de la fusión entre un material y un ser animado? ¿Verdad que no has visto nunca nada igual? Pues bien, la artista Stella Rahola consigue fusionar el liquen con el vidrio para crear auténticas obras de arte en su exposición L’Habitació de les Desateses que puedes visitar hasta el 18 de septiembre en el espacio Can Framis de Barcelona. La exposición configura un universo de belleza sutil que recuerda al expresionismo abstracto.

Rahola, ganadora del Premio de Escultura 2021 de la Fundació Vila Casas, reivindica la materialidad como sustancia sujeta al cambio. La muestra aborda la interacción con el entorno, la vida dinámica de las reacciones químicas y la manipulación de seres no humanos y humanos.

Stella Rahola Matutes, ganadora del Premio de Escultura 2021 de la Fundación Vila Casas, presenta L'Habitació de les Desateses

En l’Habitació de les Desateses, estas ideas se explican a partir de la transformación del vidrio y de la observación de primera mano del trabajo en un taller artesano. Concretamente, la instalación se articula mediante cuatro artefactos (L’Aprenent, La Temperància, L’Habitació de les Desateses y La Fossera) los cuales señalan los diferentes momentos del proceso de soplado del vidrio borosilicato.

El primero, nombrado L’Aprenent, muestra el paso inicial de la elaboración de las piezas, mientras que el último, La Fossera, consiste en un cubículo metálico, presente en todos los talleres de vidrio, donde se destina el material de rechazo.

Una de las piezas que se puede ver a la exposición de Stella Rahola/ Fundació Vila Casas

En Catalunya, la cantidad de restos de vidrio borosilicato no son suficientes para hacer posible su reciclaje y, por lo tanto, el ciclo de su reutilización queda suspendido. Es en este momento cuando aparece otro 'activo' no humano: el liquen. Agarrándose y creciendo, descompone lentamente el vidrio. Es el primer ente de la naturaleza capaz de hacer sustrato, es decir, habilitar el terreno necesario para que futuros seres puedan crecer.

Pues bien, las piezas de vidrio se organizan en familias morfológicas que guardan relación con el tipo de estructura que las acoge. Así pues, los cuatro artefactos que se presentan en la exposición tienen que ver con el proceso de producción de un taller.

Líquenes que son arte

Los líquenes son una asociación simbiótica de dos organismos vivos: un alga y un hongo. Viven de los minerales que llegan desde el aire y que actúan como adobo, y de la luz que captan las algas en simbiosis.

Una de las piezas que se puede ver a la exposición de Stella Rahola/ Fundación Vila Casas

"La estructura liquénica es estable, casi siempre consistente. No es una pelusa. Es un cuerpo. Puede cubrir lentamente una superficie y, según las especies, separarse y formar estructuras levemente arborescentes", apunta Enric Gràcia, micólogo y autor de uno de los textos del catálogo.

Todos los líquenes atacan con ácidos los sustratos sobre los cuales viven para degradarlos y obtener minerales. En el caso del vidrio, es de los pocos organismos que consigue descomponerlo. Se adhiere fuertemente al vidrio causándole erosiones microscópicas. Por esta razón, como más alterado y fisurado es el vidrio, más rápidamente es colonizado por líquenes. 

El vidrio como recurso creativo

Los objetos de arte de vidrio y esmaltados (cerámica, arcilla, ladrillo) representan nuestro patrimonio cultural físico más antiguo del mundo. Sin embargo, el objeto de vidrio más antiguo, hecho por el ser humano con fecha clara, forma parte de un ojo de una estatua egipcia y algunas perlas de vidrio hechas hace sólo unos 3.500 años.

Una de las piezas que se puede ver a la exposición de Stella Rahola/ Fundación Vila Casas

Desde entonces, se ha ido sofisticando las técnicas de trabajo del vidrio. Curiosamente, los líquenes necesitan 3.500 años para descomponer el vidrio.

Vidrio y liquen, una forma de hacer arte que nunca habías visto. Descúbrela en la Fundación Vila Casas hasta el 18 de septiembre.