La numeración de los reyes de la corona de Aragón tiene varias modalidades según si estos se consideran como reyes de Aragón o como condes de Barcelona, y todavía se puede complicar más si se consideran como reyes de València, Mallorca, Nápoles, Sicilia y Cerdeña, ya que pueden tener numerales desfasados según cuál sea el título que se tenga en consideración. Por eso siempre es más sencillo y menos problemático referirse al rey por su apelativo, y así se ahorran problemas y polémicas. En todo caso, escoger una numeración u otra es, queriendo o no, escoger por un espacio referencial u otro, y en este aspecto, sorprende que el Ayuntamiento de Barcelona renuncie a optar por la numeración estrictamente barcelonesa.

Todo eso viene a cuento por la figura del rey Alfonso el Magnánimo y el hecho de que este monarca, hace seiscientos años, otorgó un salvoconducto al pueblo gitano, razón por la cual el consistorio barcelonés se ha adherido a la declaración de este 2025 como Año del Pueblo Gitano. En el texto de la declaración se hace referencia al rey Alfonso V de Aragón, una nomenclatura que no casa con la historiografía catalana, que se refiere como Alfonso IV, como conde de Barcelona y, si mucho conviene, como titular de la corona de Aragón -o catalanoaragonesa- y miembro del casal de Barcelona. Ah, y todavía podemos referirnos a la misma persona como Alfonso III de València, Alfonso II de Cerdeña y Alfonso I de Nápoles, Sicilia y Mallorca.

Por todo ello, desde la historiografía catalana y desde un punto de vista estrictamente barcelonés, y el Ayuntamiento de Barcelona no debería estar al margen de este hecho, Alfonso V no se sabe exactamente quién fue. Por eso nos preguntamos desde Barcelona, Alfonso V de Aragón, ¿quien es este señor?