Barcelona será la única ciudad catalana que se mantenga fiel a la Red Española de Juderías-Caminos de Sefarad, una vez ha quedado descartado que siga el camino del resto de localidades del Principado con patrimonio judío, que ya trabajan en la creación de una nueva red de juderías o calls liderada por Girona, Castelló d'Empúries, Besalú y Tortosa, ya exmiembros de la Red Española. Entre las diferencias entre el proyecto catalán y la red española está la orientación hacia el estudio y el hecho cultural de los primeros, y el enfoque turístico de los segundos.