El ciclista francés Julien Bernard decidió detenerse un momento durante su participación en el Tour de Francia para dar un beso a su mujer. Un gesto que le ha costado una multa de 200 euros, ya que la Unión Ciclista Internacional (UCI) lo ha considerado una muestra de "comportamiento inapropiado" que provoca "daño en la imagen del deporte". Bernard ha pedido disculpas, pero ha reconocido que estaría dispuesto a pagar la multa "cada día" para poder repetir el momento vivido.
Los hechos sucedieron durante la séptima etapa del Tour, que se trata de una carrera de poco más de 20 kilómetros en que los ciclistas participan de forma individual contra el cronómetro para intentar hacer el mejor tiempo. La cuestión es que esta carrera, que se desarrollaba en la zona de la Borgoña francesa, pasaba muy cerca del sitio donde vive Bernard, y es por eso que en la parte alta de una montaña lo esperaban decenas de amigos y familiares para darle apoyo. El ciclista lo sabía, y ya se había esforzado durante la subida por hacer un buen tiempo y poder darse el lujo de detenerse brevemente y recibir el cariño de sus amigos. "Son estos momentos los que me permiten seguir pedaleando", dijo en declaraciones a los medios después de la carrera.