El nombre de Bridgit Mendler es uno bastante familiar para los jóvenes, que en su infancia y preadolescencia crecieron viendo las series y las películas del canal de televisión Disney Channel. Quién fue la actriz protagonista de la serie '¡Buena suerte Charlie!', y de la película 'Lemonade Mouth', además de participar como secundaria en otras series muy conocidas como 'Jonas' o 'Los Magos de Weverly Place', dejó Disney para probar suerte con una carrera musical. Publicando su primer disco 'Hello My Name Is' en 2013, consiguió consolidar un proyecto bastante sólido en solitario. A pesar de su éxito a una edad tanto precoz, de un tiempo a esta parte, Mendler ha dado un giro a su vida, y ha escogido un camino completamente alejado del foco de Hollywood.
Graduada en Derecho por la Universidad Harvard, y con un máster del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Mendler ha sacado adelante, junto con otros dos socios, una empresa emergente de tecnología que podría revolucionar la comunicación y el flujo de información con los satélites en el espacio. Mendler ha cambiado su trabajo en LinkedIn, y ya no es actriz o cantante, sino la CEO de Northwood Space.
"Estamos construyendo esta red global para enviar datos para satélites, construidos a partir de la tecnología de matriz por fases que ahora hemos validado con éxito, tanto al laboratorio como al campo", explicaba Mendler, a la CNBC. Northwood, con sede en California, se dio a conocer al principio de este año, y se centra en el lado terrestre de la ecuación de conectividad espacial.
La startup está desarrollando estaciones terrestres para ser producidas en masa y apostando para que su sistema basado en matrices en fases, denominado Portal, pueda superar las antenas parabólicas que utilizan tradicionalmente las empresas de estaciones terrestres.
En la última semana, la empresa de Mendler ha conseguido realizar con éxito una prueba de su prototipo. Este podría mantener conexiones con hasta 10 satélites al mismo tiempo con velocidades de datos superiores a 1 gigabit por segundo, muy por encima de las antenas tradicionales. La revolución del proyecto de Northwood, según Mendler sería dejar atrás una "conectividad muy atascada en una época diferente" de apagones y "redes supercaras". Después del éxito de la primera prueba, la empresa ya está evaluando colocar sus primeros portales en ubicaciones en los EE.UU., Europa, Australia y Nueva Zelanda.