El atril, las banderas y las americanas han pasado a mejor vida cuando salen a hablar los políticos desde su casa. El confinamiento que ha provocado la crisis del coronavirus, hace que muchos de ellos vistan con un estilo más casual, de andar por casa, pero sin caer en el chándal. Las corbatas o los collares son prácticamente inexistentes y las camisas de cuadros proliferan.
Otra característica muy comentada, sobre todo a través de Twitter, es la gran cantidad de libros que exponen como fondo de pared cuando hacen sus conexiones. Por una parte, lógico, porque normalmente hablan desde el despacho de su casa; por la otra, no ha pasado nada desapercibido la extraña competición que parece que se haya dado para ver quién acumula más novelas en sus estanterías.
Otros complementos que podemos encontrar son tiestos con alguna planta residual. Por todo ello, incluso se acaba de abrir un perfil en Twitter, @llibresTV3, donde siguen con detalle las casas personales de los políticos que conectan con los canales de televisión y analizan las imágenes desde el humor.
La última "tendencia" es que incluso aparezca el animal doméstico de casa. Es lo que le ha pasado al ministro de Salut de Andorra, Joan Martínez Benazet. El ministro se ha visto obligar a parar la declaración: "Perdón, tengo una visita, es mi gato que nos ha venido a saludar".
El coronavirus también da momentos inimaginables.