Falta de seriedad. El Reino Unido cometió un error ridículo en sancionar a Rusia después del reconocimiento de la independencia de las repúblicas rebeldes de Donetsk y Lugansk. El primer ministro británico, Boris Johnson, pretendía aplicar represalias sobre cinco bancos privados que son "propiedad privada de multimillonarios rusos de élite con vínculos directos con Putin", salvando de momento los principales bancos estatales del país. Si bien este era el objetivo, las sanciones han ido a parar a otro sitio...
Las autoridades británicas asignaron erróneamente la dirección del banco central ruso a un banco privado con vínculos estrechos con el presidente ruso, Vladímir Putin. El gobierno del país indicó por error la dirección del Rossiya Bank como "Neglinnaya, 12, Moscú, 107016, Rusia", que corresponde realmente al banco central ruso. ¿Por qué han cometido este error? Porque el banco estatal se pronuncia prácticamente igual en inglés. El Rossiya Bank tiene la sede en la ciudad de San Petersburgo, en el norte de Rusia. En cambio, la calle Neglinnaya está en Moscú y ha sido la sede de una oficina del banco central ruso o soviético durante al menos un siglo.
Un error sin efecto
Después de conocer el error, la oficina de Asuntos Exteriores publicó una actualización para hacer "correcciones administrativas a dos listados bajo el régimen de sanciones en Rusia", donde se corregía la dirección correcta del banco. La agencia Reuters intentó contactar con el banco central de Moscú, que no respondió a la solicitud de los periodistas para valorar la cuestión. Igualmente, una fuente próxima al banco dijo que entendían que se trataba de un error y que no había tenido ningún impacto en las operaciones del banco.