George Orwell y 1984 triunfan en Rusia desde que empezó la invasión de Ucrania. La novela encabeza la lista de ventas de libros electrónicos en el país en la categoría de ficción, según ha informado este martes al servicio LitRes. Las ventas de 1984 (editada en catalán por Grup62) se han disparado en un 45% este año, coincidiendo con el inicio en febrero de la guerra. Es un hecho curioso, ya que la distopía publicada en 1949 describe a una sociedad opresora en la cual un Gran Hermano controla hasta el último detalle de la vida de sus habitantes... cosa que mucha gente consideró una crítica feroz a la Unión Soviética.

'1984' de George Orwell, editado en catalán por Grup62

En los informes del KGB, Orwell figuraba como uno de los escritores más críticos con el sistema totalitario soviético. Y es que el novelista británico había participado en la Guerra Civil Española al lado del trotskista POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), además de haber publicado Rebelión en la granja (editada en catalán por Grup62) — una brutal sátira del estalinismo. De hecho, reconoció ser un gran admirador del ruso Yevgueni Zamiatin y de su obra de 1921 Nosotros (editada en catalán por Males Herbes) — considerada la precursora de 1984 y Un mundo feliz (editada en catalán por Grup62), de Aldous Huxley. Es por eso que 1984 fue prohibida en la URSS, pero fue editada en los años 60 como samizdat o publicación clandestina y fue muy popular entre la disidencia soviética.

El fantasma del estalinismo está presente en la Rusia actual, después de que Vladímir Putin reformara el año 2020 la Constitución rusa para retirar los límites a los mandatos presidenciales. Con la reforma, el líder ruso puede seguir en el poder hasta el 2026. Pero la cosa no acaba aquí. Desde finales del año pasado que el Kremlin ha perseguido la oposición democrática, la prensa independiente y las organizaciones de derechos humanos. Y con la invasión de Ucrania la cosa ha ido a peor y se ha intentado silenciar cualquier tipo de protesta contra la guerra. Los sondeos más recientes revelan que más de la mitad de los rusos apuestan ahora por negociar la paz con los ucranianos.