La activista climática Greta Thunberg ha hundido a Andrew Tate, uno de los misóginos más famosos de la red. Hay quien lo conoce para ser luchador de kickboxing, pero Tate no es más que un triste influenciador que se dedica a denigrar mujeres por internet. Como todos los caminos llevan a Roma, su machismo converge con otros postulados de la derecha y la extrema derecha como la homofobia, la transfobia, el culto a las criptomonedas o el negacionismo climático. Básicamente, no le gusta nada que huela a izquierdista. Queda claro que tampoco destaca por su inteligencia.

Con 36 años, Tate ha sentido la necesidad de seguir haciendo el ridículo por las redes sociales y ha ido a buscar brega con Thunberg (19 años). En medio de la grave crisis climática y ante las continuas protestas de organizaciones como Fridays for Future, el influenciador misógino ha dirigido un tuit a la activista climática para restregarle por las narices que tiene hasta 33 coches de lujo con "enormes emisiones" — a saber si es verdad que tiene tantos, este hombre no deja de ser un fantasma. Que si un Bugatti, que si dos Ferraris... una lista tan larga que no le puede escribir por Twitter. Es por eso que le ha preguntado si le puede enviar un correo electrónico con la lista completa de su colección. Ha salido bien escaldado.

Con mucha elegancia y un excelente sentido del humor, Thunberg le ha respondido que "sí, por favor". "Ilumíname", le ha dicho, antes de adjuntar su dirección de correo electrónico: smalldickenergy@getalife.com, que traducido sería energiadepenepequeño@consigueunavida.com. La masculinidad frágil de Tate ha quedado hundida. El hombre ha empezado a tuitear como un loco, insultar a la chica y hacer retuits a los usuarios que le han seguido el juego. Pero el activista no ha dicho nada más: ha tenido más que suficiente y la red lo ha aplaudido, sumándose al escarnio público al influenciador misógino. Casi le dobla la edad, pero ha quedado claro que Tate no tiene ni la mitad de la madurez de Thunberg.