El ataque -totalmente denunciable- de Arran en un Bus Turístico, añadido a acciones igual de denunciables contra bicicletas de negocios turísticos, no puede convertirse en el árbol que no deja ver el bosque. Varios medios madrileños, espoleados por el unionismo catalán -con el apocalíptico Alejo Vidal-Quadras en primera línea-, han encontrado en estos asaltos vandálicos la excusa para relacionar independentismo con violencia y no han tardado en sacar la etiqueta de 'kale borroka' para, en un ejercicio de imaginación bastante creativo, acabar haciendo realidad el sueño húmedo de Jaime Mayor Oreja: Independentismo igual a ETA. Por suerte, si la violencia desacredita a Arran, la mentira desacredita a los que desde hace años intentan convencer a la ciudadanía española de que el independentismo mayoritario es violento.