La sala barcelonesa Luz de Gas quiere solidarizarse con las víctimas de la guerra que ha iniciado "el régimen de Vladimir Putin y se suma a la condena internacional", tal como ha detallado en un comunicado. En las barras de la discoteca los usuarios encontrarán un cartel donde podrán leer "Por solidaridad con el pueblo ucraniano, en este establecimiento no venderemos vodka ruso". Así pues, los que quieran consumir este producto tendrán una amplia oferta de marcas suecas, francesas y polacas. De esta manera, la sala barcelonesa hace su "humilde contribución" a las sanciones en Rusia que se están desplegando en toda Europa por "la agresión a la soberanía de Ucrania".
Esta iniciativa también se ha extendido por todo el mundo, como el Canadá o los Estados Unidos. Los representantes políticos de Ohio, Utah y New Hampshire han pedido en las licorerías que retiren de los estantes, los productos fabricados a Rusia o de marca rusa, una medida que apunta en gran medida al vodka, ya que está más estrechamente asociado con el país. El gobernador de Utah, Spencer Cox, ha solicitado el pasado sábado que las tiendas estatales de bebidas alcohólicas "eliminen todos los productos fabricados a Rusia y de marca rusa", y ha explicado que la invasión de Ucrania por parte de Rusia es una "violación atroz de los derechos humanos". Si volvemos a Europa, lo mismo. Desde Polonia, se incentiva a través de las redes sociales con un hashtag que llama a no comprar vodka de este origen: "No es un rechazo cualquiera: en este país el vodka es un tema que se toma seriamente", insisten los polacos a través de las redes.
Polonia, un gran cliente
Polonia se sitúa en el tercer lugar entre los consumidores más grandes de esta bebida por cabeza, con 7,7 litros anuales (el ranking lo encabeza, cómoda, Rusia, con 13,9). La principal perjudicada por la iniciativa resultaba la Roust Corporation CEDC, líder en el mercado con el 47% de las ventas, con marcas como Zubrówka, Soplica, Absolwent y Bols. Zubrówka, de hecho, es la tercera marca de más vendida del mundo, con 500 años de tradición a encima. La compañía era propiedad del holding Russian Standard, del multimillonario ruso Roustam Tariko, bautizado como el "rey del vodka", propietario también de otros monstruos como la Russian Standard Corporation, al mismo tiempo propietaria del Russian Standard Bank, uno de los más importantes de este país. Otros que también se han sumado hace pocas horas son Finlandia y no se descarta en el resto de países nórdicos.