El pesebre instalado por el ayuntamiento de Tarragona en el barrio de Campclar de la ciudad le falta su figura más importante: el niño Jesús. Según han explicado los vecinos de la zona, que hablan de robo, esta desapareció pocos días después de su instalación y desde entonces, no la han vuelto a ver. María, José, el buey, la mula y los reyes de Oriente siguen luciendo en la plaza Major, pero el bebé no. En la visita que hicieron al alcalde de la ciudad, Rubén Viñuales, y el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, todavía pudieron ver el conjunto entero.
El barrio de Campclar, que se construyó en la década de los años 60 y que es uno de los más humildes de toda la ciudad, tiene uno de los dos únicos pesebres municipales de Tarragona. El alcalde Viñuales, nacido en esta zona, destacó cuando fue a visitar el belén que era importante que los vecinos pudieran disfrutar de la instalación: "La dignidad, el cuidado del espacio público y el bienestar de los vecinos no pueden depender del código postal, y eso es una muestra de respeto hacia ellos", dijo. Son los mismos vecinos quien lamentan que el protagonista del belén, haya sido víctima de un robo: "Es una lástima que no se haya respetado esta tradición y alguien se haya llevado la figura, pero la verdad es que no me ha sorprendido", ha lamentado Antonio en declaraciones en la Agencia Efe.