Ni "paki" ni "chino": Tengo Nombre es la campaña antirracista que ha revolucionado Barcelona, impulsada por dos estudiantes de la escuela de creatividad Brother Barcelona. Se trata de una iniciativa que consiste en colgar carteles en la puerta de negocios regentados por personas de nacionalidades que a menudo se mencionan peyorativamente y escribir sus nombres reales, así como alternativas más adecuadas para llamar a cada establecimiento comercial. Por ejemplo, en lugar de decir el "chino" se puede decir el "bazar", el "bar", el "estilista", el "manicurista" o lo que vaya mejor en cada caso concreto. En el caso del "paki", lo más correcto sería hablar de una "tienda de comestibles". Y así.

Bazar

Tal como explica Betevé, la campaña empezó como un trabajo de la escuela: el objetivo era plantear una situación en la cual se produjera una exclusión social y ofrecer una solución. Los dos estudiantes, Laia y Àlex, se dieron cuenta de que las expresiones "paki" y "chino" son expresiones muy comunes y normalizadas. Proyectaron la idea, la empezaron a plasmar en locales del Poblenou y en pocos días se ha viralizado en las redes sociales. Tengo Nombre tiene su propio perfil en Instagram (@tengonombre_) y cuenta con casi 8.000 seguidores.

Aparte de la habitual resistencia por ciertos sectores de la sociedad que se niegan a abandonar el uso de expresiones racistas, la iniciativa también ha recibido críticas en razón de lengua. Y es que, originalmente, nació en castellano: "No soy el paki" y "No soy el chino" fueron los primeros lemas. Algunos usuarios de las redes se quejaron porque hacerlo solo en castellano también era racista, ya que significaba suponer que las personas protagonistas de la campaña no entenderán el catalán. A raíz de las peticiones, los impulsores de la iniciativa diseñaron también los carteles en lengua catalana.

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