Un búfalo no es precisamente un animal que pase desapercibido, y todavía menos si se mueve de manera extraña y saca espuma por la boca. Esta ha sido la pista que ha culminado con la detección de una producción ilegal de alcohol en la India.
La alerta la dio un veterinario, según ha explicado Telecinco, que observó un extraño comportamiento en los animales, que también habían dejado de comer.
Después de seguir el recorrido habitual de los búfalos de la zona, el veterinario llegó hasta el lugar donde bebían agua. El espacio desprendía un intenso y desagradable olor y el líquido presentaba un color amarillento.
Ante esta situación, decidió informar a las autoridades, a las cuales han detectado, finalmente, de que en el fondo del abrevadero había más de 100 botellas de güisqui. Algunas de ellas se habían roto y los búfalos, al beber el agua, se emborracharon.
La producción pertenece a tres agricultores que poseían una fábrica clandestina de alcohol. Estos podrían ir a la prisión, dado que, en el Estado de Guyarat - donde han ocurrido los hechos - está prohibida la fabricación, transporte y venta de alcohol.