Esta semana la consellera Dolors Bassa ha vivido una anécdota en un taxi que poco se esperaba cuando abrió la puerta del vehículo. "Cogí un taxi cualquiera", narra la política de ERC en su cuenta de Twitter dónde relata una vivencia que califica emocionante.
Bassa, condenada a doce años de prisión por sedición y malversación a raíz de la convocatoria del referéndum del 1-O, actualmente disfruta del tercer grado, un régimen de semilibertad que le permite hacer vida fuera del centro penitenciario del Puig de les Basses (Figueres).
Un viaje de 20 euros
La que fue consellera de Treball vive en Torroella de Montgrí (Baix Empordà), pero esta semana ha estado en Barcelona donde tuvo que coger un taxi para cruzar prácticamente toda la ciudad.
"El precio del viaje era de más de 20 euros", explica Bassa en el tuit dónde también destaca que el conductor era "educado" y "simpático".
La verdadera sorpresa, sin embargo, se la llevó al final del trayecto cuando llegó el momento de abonar el dinero para el viaje. "No hace falta que me pagues con lo que tú has hecho por el país", le expuso al taxista. Una frase que, Bassa, confiesa: "Me emocionó"