La memoria de mosén Cinto Verdaguer está presente en la ciudad de Barcelona, donde el nomenclátor le tiene reservada una plaza céntrica, aunque es más bien un cruce al servicio del tráfico nada amable para los peatones. La plaza de Mossèn Jacint Verdaguer se sitúa en el cruce de la avenida Diagonal, el paseo de Sant Joan y a la calle Mallorca, en el distrito del Eixample, y en el centro está el monumento dedicado al poeta. Bonito, pero inaccesible. Y muy cerca está la estación de Metro que lleva también el nombre de Verdaguer, importante nodo de movilidad que enlaza las líneas 4 y 5, por donde seguro que pasa más gente que por el medio de la plaza.
En todo caso, la plaza de Mossèn Jacint Verdaguer incluye en una de las placas, como es habitual en Barcelona, una mínima biografía donde se especifica lugar y fecha de nacimiento y de muerte y profesión. La placa no tiene pinta de ser nueva, pero lo que sorprende, si uno se fija, es la manera como está escrito el lugar de nacimiento de Verdaguer. Folgaroles, sí, con una 'a' en una segunda sílaba alejada del topónimo normalizado y oficial, Folgueroles. Cabe decir que el topónimo 'Folgaroles' tiene registros que datan del siglo XIV, pero, así y todo, sorprende que el consistorio barcelonés utilice una forma que no responde al nombre oficial. ¡Aún suerte que al poeta no le han puesto Bardaguer!