Uno de los secretos de Ikea para proponer precios tan ajustados en sus productos está en el embalaje. Transportarlos desmontados permite que cada paquete ocupe menos espacio y, por lo tanto, se puedan transportar más a la vez. Y es este ahorro de espacio en el envío lo que permite que se abaraten costes de traslado.
Una idea que ha tomado como ejemplo la marca sueca Luvly para poner a la venta un coche eléctrico que se puede montar como un mueble de Ikea. Se trata del Luvly 0, un pequeño vehículo que no se ensambla en una fábrica tradicional, sino que se envía empaquetado por piezas para luego ser montado en el destino por el usuario.
El nuevo coche que se monta como un mueble de Ikea cuesta 10.000 euros y tiene 100 km de autonomía
Este peculiar coche tiene un precio que parte de los 10.000 euros, lo que no lo convierte en un coche precisamente barato. Aunque técnicamente vendría a ser un cuadriciclo eléctrico como los que la DGT quiere que se puedan conducir en España desde los 16 años.
Este modelo mide sólo 2,70 metros, como un Smart de primera generación. Luce una carrocería que recuerda al Biscuter. Dispone de un maletero de 267 litros. Y está homologado para dos plazas.
Al pesar menos de 400 kilos, su consumo es muy bajo, lo que permite instalar una batería muy pequeña de solo 6,4 kWh de capacidad, dividida en dos bloques de 15 kilos de peso cada uno y extraíbles para que se puedan llevar a casa y cargarlos en un enchufe convencional. En dos horas o en una hora usando dos tomas, estarían llenas al 100%. Dado que se ha homologado con un consumo medio de 6 kWh cada 100 km, la autonomía alcanza los 100 km. Una cifra más que suficiente para el uso diario de un vehículo de este tipo, ya que lo habitual es que no salga de la ciudad y alrededores.
Según la compañía, la idea de enviar el vehículo empaquetado por piezas permite que en un contenedor donde antes cabían cuatro coches convencionales, ahora quepan 20 ujnidades del Luvly 0. Esto podría significar una revolución en cuanto al transporte de vehículos, reduciendo costes y emisiones.
Además, la empresa sostiene que el montaje final no lo tendrá que realizar el cliente necesariamente, sino que habrá pequeños centros regionales repartidos por los distintos países que se encargarán de esta tarea. Aunque estos centros aún no se han definido y, de hecho, a la hora de hacer el pedido en la página web de la compañía, uno de los datos que se debe aportar es el lugar de residencia.
Cabe decir que el Luvly 0 no es para todos los públicos. Su diseño recuerda a los coches de los años 50, y aunque pueda parecer atractivo para los amantes de lo retro, es poco probable que sea del agrado de aquellos que busquen un coche moderno y con prestaciones avanzadas. Pero lo que sí está claro es que la compañía ha querido apostar por una idea original y ecológica, ya que se trata de un vehículo eléctrico que apenas emite CO2.