Pan, leche, huevo, canela, azúcar y…tiempo. Sí, tiempo, porque ése es un ingrediente fundamental de toda torrija que se precie y, si no figura en sus recetas, es porque nuestras madres y abuelas sabían encontrarlo siempre para cumplir las tradiciones y, de paso, hacernos más felices a todos. Para ayudarnos a conseguirlo a nosotros –y porque saben que lo de encontrar tiempo es mucho más difícil- en Mercadona han encontrado la solución perfecta: nos llevan las torrijas hasta su sección de congelados.
Con menos grasa
No es, por supuesto, el primer año que la cadena valenciana de supermercados Mercadona sorprende en los primeros compases de la primavera con este clásico postres de Semana Santa, pero sí la primera vez que nos presenta el producto con menos grasas saturadas que nunca. Comer bien es un placer y otorgarse éste no tiene porque equivaler a pecar, no contra ningún mandamiento, pero sí contra nuestra dieta. O eso o, al menos, no pecar tanto.
Ni horno, ni sartén ni freidora
Las torrijas de Mercadona no son como las croquetas, los churros o las empanadillas que comercializa la firma valenciana porque no vas a tener que freírlas. Para comértelas, te bastará con dejar que se descongelen solas fuera del frigorífico. Cuestan, además, muy poco: 5,50 euros. En 2021 costaban 3,65.