Estamos hablando del fresón, uno de los alimentos que es fácil de encontrar durante todo el año, y que comparte familia y propiedades con la fresa, pero dista de ella en alguna de sus características. Ahora Mercadona las vende en bandejas de 400 gramos por 2,10 euros.
La cadena de distribución valenciana ofrece una gran variedad de frutas y verduras, y no podía dejar de incluir en su catálogo de forma casi permanente el fresón. Esta fruta que genera pasión y que vende Mercadona destaca por su color natural rojo y por su gran tamaño. Además, tiene una textura tersa y consistente, y un sabor intenso que deleita a los paladares más exigentes.
Si bien es cierto que la fresa tiene un sabor más intenso y delicado, el fresón ha encandilado al consumidor porque el número de variedades híbridas que se cultivan ha ido creciendo y ahora podemos encontrarlas durante casi todo el año.
Fresón para todo el año
Con variedades que dan fruto desde diciembre hasta junio, mientras que en otras su germinación es más tardía, el fresón lo podemos comer durante gran parte del año. La mayor parte de la cosecha procede de Huelva, provincia en la que se cultiva la mayor parte de frutos rojos destinados al consumo nacional e internacional.
Pero si delicioso es su sabor, no menos interesante es la historia que atesora. El origen de su cultivo se remonta a la Europa de principios del siglo XVIII, donde los productores de fresa hicieron un cruce experimental entre una fresa silvestre traída de California y otra de Chile. De ahí surgieron todas las fresas y fresones que se cultivan en la actualidad.
Con múltiples beneficios para la salud
Entre sus múltiples beneficios, el fresón ahora también a la venta en Mercadona destaca porque son ricos en vitamina C y bajos en calorías por su alto contenido en agua. De gran poder antioxidante, su consumo supone un buen aporte de ácido fólico, potasio, vitamina K y magnesio, lo que favorece la salud de los huesos. Como buen fruto rojo, tiene propiedades antinflamatorias, por lo que aumenta las defensas, favorece la función hepática y renal, y ayuda al tránsito intestinal.
Todo son bondades, aunque cabe consumirlas con precaución si se tienen dolencias renales o se es alérgico al ácido salicílico de la aspirina, puesto que el fresón tiene una pequeña cantidad de este compuesto.