Según un reciente análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la fabada de marca blanca de Eroski se alza como la mejor opción enlatada disponible en los supermercados españoles. Este producto, que se vende bajo el nombre de "Fabada Asturiana", ha obtenido una puntuación de 75 puntos sobre 100, destacando por su excelente calidad, sabor y precio. 

La fabada de Eroski ha conquistado a los expertos de la OCU por su equilibrado sabor, su textura perfecta y la alta calidad de sus ingredientes. Entre sus puntos fuertes, se encuentran que contiene un 55% de fabes cocidas y no incluye aditivos, lo que la hace una opción saludable dentro de las comidas procesadas. Pero más allá de eso, cada lata de 435 gramos de esta fabada cuesta 1,05 euros y aporta 152 kilocalorías por cada 100 gramos, siendo considerada una maravillosa compra por su gran relación precio-calidad. 

Mejores fabadas

En el ranking le sigue la fabada de Auchan, la marca blanca de Alcampo, con 74 puntos. Sus atributos destacan más en su higiene y la calidad del envasado, aunque los ingredientes recibieron una calificación ligeramente inferior. Contiene un 5% menos de fabes que la de Eroski y 13 kilocalorías más por cada 100 gramos, elevando su aporte calórico a 165 kilocalorías por cada 100 gramos. Además, con sólo 1,43 euros puedes adquirir una lata de 440 gramos. 

La fabada asturiana, un deleite al paladar

La fabada asturiana, más que un plato, es una oda a la tradición y a los sabores de la tierra. Un festín de alubias blancas, embutidos y cerdo que conquista paladares desde hace siglos, convirtiéndose en un referente culinario de la gastronomía española. Su origen se remonta a la época romana, cuando las legumbres ya eran un alimento básico en la dieta asturiana. Con el paso del tiempo, se fue enriqueciendo con productos locales como el chorizo, la morcilla y el tocino, dando lugar a un plato contundente y sabroso que se convirtió en un símbolo de la región. 

Preparar esta receta es todo un ritual. Las fabes, ingrediente principal del plato, deben ser de la variedad asturiana, pequeñas y con piel fina. Se ponen en remojo la noche anterior y luego se cocinan a fuego lento junto a los embutidos, el tocino y otros ingredientes como cebolla, ajo y laurel. La clave está en la cocción, que debe ser lenta y prolongada, para que los sabores se mezclen y alcance su cremosa textura. 

La fabada no se come sola. Es un plato para compartir, para disfrutar en familia o con amigos alrededor de una buena mesa. Se suele acompañar de un buen pan de hogaza para mojar en la salsa y de un tinto asturiano para brindar por la buena compañía y la sabrosa experiencia. Pero afortunadamente para ahorrarte tiempo y no restarle calidad, Eroski ha trabajado muy duro para llevar a tu mesa este platillo que seguro deleitará tu paladar. Lo mejor de todo es que esta fabada se ha posicionado como la número uno del país y puedes disfrutarla por menos de 2 euros.