Nos despedimos del 2024 con un libro de los que anotamos en la lista de imprescindibles periodísticos: En la montaña, premio Anagrama de Crónica por la Fundación Giagiacomo Feltrinelli, del periodista Diego Enrique Osorno. Este viaje de crónicas, publicado en el marco del 30 aniversario del levantamiento zapatista (1 de enero de 1994), nos hace viajar a través de la geografía, a través de entrevistas, testimonios, crónicas y el diario personal del autor. El lector se enfrenta a un texto de aprendizaje sobre un país estereotipado y dañado mediáticamente por su violencia, que esconde uno de los movimientos revolucionarios más transformadores del planeta: el Zapatismo. En la montaña es un libro estupendo para acercarse a la historia más contemporánea de México y descubrir cómo sobrevive la utopía en un país donde la corrupción política y el narco se han aunado.
En la montaña es un libro estupendo para acercarse a la historia más contemporánea de México y descubrir cómo sobrevive la utopía en un país donde la corrupción política y el narco se han aunado
Diego Enrique Osorno (Monterrey, 1980) es un periodista con una experiencia muy dilatada en cubrir conflictos en México y América Latina: El Cártel de Sinaloa (Grijalbo, 2009), La guerra de los Zetas (Grijalbo, 2012), Contra Estados Unidos (Almadía, 2014) o Slim. Biografía política del mexicano más rico del mundo (Debate, 2015) son algunos de los títulos que demuestran su trayectoria. Cuando una delegación del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) le invitó a participar en la travesía en barco que realizarían siete de sus miembros para buscar nuevos horizontes. 'Travesía por la vida', la llamaron. Osorno no se lo pensó dos veces. Cruzó el océano con representantes de los pueblos en esa primavera pandémica de 2021, con el objetivo de documentar un viaje que llevaría la utopía a un mundo enfermo, no solo de la Covid. Un mundo donde el comunitarismo y la solidaridad suenan a arcaísmos. De aquella experiencia surgió el libro de crónicas En la montaña y el documental, fascinante, La montaña, también dirigido por el reportero mexicano.
Los retratos de los representantes que viajaban en el barco son testimonios de líderes y lideresas que relatan en primera persona la dura realidad de los pueblos indígenas: enfrentamientos con paramilitares, persecuciones del gobierno, entre otras problemáticas
Humilde y riguroso, Osorno nos relata con nostalgia el levantamiento de 1994 en medio de un tsunami que cambiaría el rumbo de todo un continente y, muy particularmente, el de México: la entrada en vigor del TLCAN (Tratado de Libre Comercio del Atlántico Norte). Al embate de la destrucción del tejido económico mexicano a través de la liberalización de empresas, alfombra roja a multinacionales e importación del crimen organizado, sobrevivieron y sobreviven las comunidades zapatistas; pueblos que viven bajo el acecho de la hiperviolencia. Los retratos de los representantes que viajaban en el barco son testimonios de líderes y lideresas que relatan en primera persona la dura realidad de los pueblos indígenas: enfrentamientos con paramilitares, persecuciones del gobierno, entre otras problemáticas.
La revuelta de Oaxaca de 2006
Diego Enrique Osorno también apunta a pasajes de la historia de México, como la revuelta de Oaxaca de 2006, una movilización para exigir la dimisión del gobernador que desembocó en una oleada de protestas. El pueblo de Oaxaca se organizó en asambleas, tomaron los medios de comunicación y libraron enfrentamientos contra la policía y fuerzas gubernamentales. El periodista teje de manera magistral toda una serie de acontecimientos contextualizados con datos y fechas para entender la historia más reciente de México.
Cuando uno lee este libro, es difícil no fascinarse por lo que han conseguido las comunidades zapatistas, una utopía que aún hoy sigue caminando
A su vez, nos regala voces recogidas en la Bitácora colectiva, pasajes donde los zapatistas explican sus vidas y su movimiento durante el viaje. Cuando uno lee este libro, es difícil no fascinarse por lo que han conseguido las comunidades zapatistas, una utopía que aún hoy sigue caminando.