Ya hace tiempo que el cine catalán se está haciendo un sitio en las salas del mundo. La visión cosmopolita, la versatilidad en el intercambio de géneros y la enorme capacidad de tratar temáticas bien diferentes han llamado la atención de muchos a pesar de tener muchos factores en contra: un presupuesto mínimo para sacar adelante proyectos o ayudas insuficientes, alimentadas el último año y medio por una situación pandémica que no necesita demasiadas presentaciones. Pero, sin embargo, el cine de nuestra casa no ha pasado desapercibido y su reconocimiento ha cruzado mares y océanos. Hace pocos días, Neus Ballús triunfaba en Locarno con su última obra, Seis días corrientes, donde ha optado por intérpretes que no son actores y que se interpretan a sí mismos en una historia de una verdad escandalosa.
Los protagonistas de Seis días corrientes, de la directora Neus Ballús.
Tanto es así que en un artículo de hace tiempo, la revista Variety, semanario americano especializado en entretenimiento y cine, pronosticó los nombres propios del cine catalán con más proyección. No se equivocó mucho. "En Catalunya está surgiendo una nueva ola de cineastas", empieza la pieza, firmada por Emilio Mayorga. ¿Pero de quién hablaba la revista y quiénes son estos 10 nombres propios que tenemos que conocer? Un dato: la mayoría son nombres de mujer. Damos un repaso.
Directora, guionista y productora, el año 2011 fue seleccionada para participar en el Talent Campus de la Berlinale. Con su primera película, La plaga (2013) fue nominada a la mejor dirección novel de los Premios Goya. El 2018 también le daría otro éxito: Staff only (El viaje de Marta), una película de ficción para la que estuvo 6 semanas rodando en Senegal y que cuenta con Elena Andrada y Sergi López liderando el reparto. Y las últimas noticias: Ballús volvió a triunfar en el Festival Internacional de Cine de Locarno después que Seis días corrientes se llevara el Leopardo a la mejor interpretación masculina.
Meritxell Colell se consolidó en 2018 con su primer largometraje, Facing the wind (Con el viento), sobre una coreógrafa que vuelve a su pueblo natal después de 20 años. Con este filme fue seleccionada en el Atelier de la Cinéfondation del Festival de Cannes 2015 y tuvo la World Premiere en la 68ª Berlinale, además de recibir el Biznaga de Plata a la mejor película de Zonazine del Festival de Málaga. Antes, sin embargo, había realizado varios documentales. El año 2020 estrenó Transoceánicas en el Festival de Nara (Japón), un filme que va de una correspondencia y que está filmada entre Barcelona y Buenos Aires. Actualmente, está en fase de posproducción del que será su segundo largometraje, DÚO, y está desarrollando otro de ficción titulado Lejos de los árboles.
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Esta vez en el campo de la producción, Valérie Delpierre ha producido dos de las piezas que más han triunfado en la nueva oleada del cine catalán. Una es Verano 1993, de Carla Simón, y la otra el cortometraje Los desheredados, de Laura Ferrés. También Uno para todos (2020), de David Ilundain. La última película que ha producido es Las niñas de Pilar Palomero, que triunfó a los Premios Goya 2021 y que se llevó el Premio Gaudí en la categoría de mejor película en lengua no catalana. El mes de marzo ganó el premio a Mejor Comunicadora del Año que otorga la Universidad Blanquerna.
El primer largometraje del barcelonés superó fronteras - y nunca mejor dicho - cuando todo un océano separaba la vida en pareja de Natalia Tena y David Verdaguer en 10.000 km (2014). A partir de entonces, ha trabajado incansablemente con los dos, sobre todo con Verdaguer, a quien ha dirigido también en Tierra firme y Los días que vendrán. El año 2020 estrenó La muerte de Guillem, un filme sobre el calvario judicial y mediático que pasó la familia de Guillem Agulló después de que un grupo de neonazis lo asesinara el 11 de abril de 1993. También dirigió los capítulos de la mini serie En el corredor de la muerte, ambientada en la novela homónima de Nacho Carretero sobre el caso de Pablo Ibar, que estuvo 16 años en el corredor de la muerte.
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Actriz y directora, Elena Martín se dio a conocer como intérprete en Las amigas de Ágata (2015), el nombre que también se ha utilizado para bautizar a toda una generación de cineastas que hace pelis delicadas, íntimas y autobiográficas. Tres años después, dirigió y protagonizó Júlia ist, las aventuras de una chica que abandona Barcelona para vivir un Erasmus en Berlín. El año 2019 co-protagonizó el corto Suc de síndria, de Irene Moray, que recibió el Goya al mejor cortometraje de ficción y el Gaudí al mejor cortometraje.
Quílez fue preseleccionado para el Oscar con el cortometraje Graffiti en 2015, donde explica la historia de un último superviviente de una misteriosa catástrofe que ha estado solo durante más de 7 años. Fue en 2014 cuando dirigió su primer largometraje de ficción. Con Out of the dark no sólo se estrenaba en este género, si no que pudo trabajar con intérpretes como Julia Stiles o Scott Speedman. A principios de este año estrenó su segundo largometraje como director: Bajocero, un filme producido por Netflix que consiguió convertirse en la película de lengua de habla no inglesa más vista de la plataforma, liderando el ranking en más de 50 países.
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Conocida sobre todo como productora, Marta Ramírez está detrás de cortos como El vestido o La puta y el cliente (Rol). Pero probablemente su trabajo más reconocido como productora está en la película Las distancias (2018), dirigida por Elena Trapé. Va de 4 amigos que viajan hasta Berlín para hacerle una sorpresa a un colega por su cumpleaños, pero la relación no es tal como recuerdan. La peli fue multipremiada: Mejor película en los Premios Gaudí y Mejor película, dirección y actriz (Alexandra Jiménez) en el Festival de Málaga. Ramírez también ha trabajado en películas como La hija de un ladrón (2019) y La mujer dormida (2021).
Ángeles Hernández suele trabajar con David Matamoros en Zentropa España. Productores de una gran trayectoria, han trabajado en cintas como Menú Degustación (2013) o Breve historia del planeta verde (2019). El salto a la dirección lo dan en el 2020 con Isaac, un filme que trata del tema de los vientres de alquiler. También participaron en El hoyo (2019), un filme distópico del director Galder Gaztelu-Urrutia que se puede ver en Netflix.
Empezó como asistente personal de Bigas Luna. En 2010 estrenó el corto La culpa en el Festival de Sitges, con el que ganó el premio a mejor corto en el Festival Internacional de cine negro de Manresa, además de ser ganador del Festival Internacional de Youtube en el 2012 - un acontecimiento organizado por Ridley Scott y Michael Fassbender. El año 2013 escribió Hijo de Caín, de Jesús Monllaó, pero su debut cinematográfico vino con El Pacto, interpretada por Belén Rueda. Con No matarás (2020) consiguió tres nominaciones a los premios Goya 2020 - haciendo que Mario Casas consiguiera su primer galardón.
Carla Simón y su impecable debut con Verano 1993, que triunfó en los Gaudí (además de tener muchos otros reconocimientos) hablando de una historia autobiográfica, un hecho que vivió la propia directora: explica como con 6 años fue adoptada por los tíos maternos después de la muerte de su madre a causa del sida, que tres años antes también se había llevado a su padre. Después de su ópera prima, Simón ha dirigido los cortos Después también y Correspondencia. Actualmente está en pleno rodaje de Alcarràs, un filme que habla sobre una familia propietaria de una tierra de melocotones que se estrenará en 2022.