Barcelona, 14 de abril de 1931. Hace 92 años. 12 horas del mediodía. El ministerio español de Gobernación hacía públicos los resultados definitivos de las elecciones municipales celebradas dos días antes (12 de abril). Estos resultados eran claramente favorables a los partidos republicanos (los catalanes y los españoles); que habían planteado aquellos comicios (los primeros desde el golpe de estado del 15 de septiembre de 1923), como un plebiscito: monarquía sí (transformar la monarquía dictatorial en monarquía constitucional); o monarquía no (liquidar el régimen monárquico y proclamar la República). Media hora más tarde, a las doce y media de la tarde, Lluís Companys proclamaba la República española desde el balcón del Ayuntamiento; y Francesc Macià, proclamaba la República catalana desde el balcón del Palau de la Diputació (antes de 1714 y después de 1931, Palau de la Generalitat).

Quién era quién en aquellas elecciones: la Lliga Regionalista

La Lliga Regionalista fue la gran derrotada en aquellos comicios. El histórico partido del difunto Prat de la Riba y del incombustible Cambó, que había sido la fuerza política hegemónica en Catalunya entre 1907 y 1923; pagó en las urnas la colaboración que algunos dirigentes del partido habían prestado al régimen dictatorial (1923-1930/31). Algunos por ingenuidad (Puig y Cadafalch, presidente de la Mancomunitat) y otros por interés (Cambó) quedaron manchados en aquel sórdido episodio en que certificaría su personal defunción política. Las listas pasaron un profundo proceso de limpieza. Pero aquella depuración se demostraría insuficiente. La Lliga ganó en Badalona (tercera ciudad del país) y en L'Hospitalet (sexta ciudad del país). Pero perdió casi todas las principales alcaldías que había ostentado antes de la dictadura, como por ejemplo la de Barcelona.

Cambó y Duran y Ventosa, liders de la Liga en 1931. Fuente Fundación Cambó i Enciclopèdia
Cambó y Duran y Ventosa, liders de la Lliga en 1931. Fuente: Fundación Cambó i Enciclopèdia

Quién era quién en aquellas elecciones: Esquerra Republicana de Catalunya

En cambio, la plataforma (insistimos, plataforma y no partido) ERC fue la gran ganadora de aquellos comicios. Creada, tan solo, veinticuatro días antes de las elecciones (19 de marzo de 1931); por partidos con objetivos tan alejados entre sí como los independentistas con respecto a los federalistas; su fórmula se revelaría como un éxito. La figura del independentista Francesc Macià; que durante el exilio (1923-1930) había alcanzado una categoría mítica; unida a la del federalista Lluís Companys, con un prestigio forjado durante los años de las grandes conquistas sociales del movimiento obrero (1919-1923); resultaron imbatibles. Ganaron en seis de las doce primeras ciudades del país: Barcelona; Terrassa; Lleida; Manresa, Reus; Mataró y Girona (primera, cuarta, quinta, octava, undécima y duodécima ciudad, respectivamente, del país).

Quién era quién en aquellas elecciones: los partidos de obediencia española

Aquellos comicios confirmaron la tendencia a la sustitución de los partidos dinásticos (de obediencia española) por los partidos estrictamente catalanes; iniciada a principios de siglo, con la victoria electoral de la plataforma Solidaritat Catalana (elecciones generales de 1907). En las elecciones municipales de 1931, los partidos dinásticos no ganaron en ninguna de las doce principales ciudades del país. Y se produciría la curiosa circunstancia que en algunas ciudades que habían sido feudos tradicionales de estas formaciones, se impondrían partidos catalanes que, con el transcurso del tiempo, se convertirían en confluencias de ERC. En Sabadell (segunda ciudad del país) ganó la Unión Federal Nacionalista Republicana. Y en Tortosa, en Manresa y en Tarragona (séptima, octava y décima ciudad del país) ganaría Acció Catalana Republicana.

Macià proclama la República catalana dentro de la Federación de Pueblos Ibéricos (14 04 1931). Font ERC
Macià proclama la República catalana dentro de la Federación de Pueblos Ibéricos (14 04 1931). Fuente: ERC

La batalla de Barcelona

La capital de Catalunya fue el gran caballo de batalla de aquellos comicios. Con 1.005.000 habitantes, que representaban el 50% de la población de Catalunya, y como primera urbe del Estado español (Madrid censaba a 864.000 habitantes); fue el gran escenario de aquella lucha. Aquella Barcelona de 1931 todavía no había conocido las grandes migraciones del sur peninsular (décadas centrales del siglo XX) y del continente sudamericano (primeras décadas del siglo XXI); pero las diferencias de porcentajes de participación y de distribución del voto, nos revelan una ciudad con paisajes socioideológicos muy diferenciados. Los estudios revelan que las clases obreras, especialmente ilusionadas con aquel proceso aperturista, se podían haber sentido más interpeladas que las clases burguesas, decepcionadas con el fracaso del régimen dictatorial.

Barcelona, la lucha ERC versus Liga; republicanos versus monárquicos

ERC fue la gran ganadora en Barcelona. Obtuvo 25 de los 50 concejales en juego. I Jaume Aiguader se convertiría en el primer alcalde republicano e independentista de la historia de la capital catalana. ERC ganó en seis de los diez distritos de la capital catalana: Poble Sec-Montjuïc (37,1%); Raval (30,8%); la Esquerra de l'Eixample (33,5%); Hostafrancs-Sants (45,5%); Gracia (34,3%); y Sant Andreu-Horta (42,2%). En cambio, la Lliga Regionalista, que antes del periodo dictatorial ya había ostentado la alcaldía de la capital catalana en dos ocasiones (Duran i Ventosa, y Martínez i Domingo), se quedó con doce concejales. La Lliga solo ganó en tres de los diez distritos de la capital catalana: Les Corts-Sarrià (32,6%) y la Dreta de l'Eixample (32,4%) y Barceloneta-Ciutat Vella (30,8%).

Jaume Aiguader, primer alcalde republicano e independentista de Barcelona (1931 1934). Fuente Fundación Josep Irla
Jaume Aiguader, primer alcalde republicano e independentista de Barcelona (1931-1934). Fuente Fundación Josep Irla

Los partidos dinásticos en Barcelona

La Lliga sufrió un fuerte correctivo en Barcelona; pero nada comparable al descalabro de los partidos dinásticos, los de obediencia española. Los monárquicos liberales de tradición "decimonónica", representados por las pintorescas versiones "fusionista" y "conservadora", que desde mediados del siglo XIX habían gobernado el Ayuntamiento de Barcelona casi de forma ininterrumpida; ni siquiera se presentaron. Y la Coalición Republicana Socialista (un batiburrillo de candidatos del PSOE y del PRR), solo ganó en el distrito de Sant Martí (47,7%). También, en este caso, el PSOE pagó en las urnas haber sido el único partido de tradición democrática que colaboró con el régimen dictatorial: el electorado catalán no olvidó que los dirigentes socialistas Francisco Largo Caballero y Julian Besteiro habían sido ministros del general Primo de Rivera.

Largo Caballero y Lerroux. Fuente Wikimedia Commons
Largo Caballero y Lerroux. Fuente: Wikimedia Commons