Hacía ya un tiempo que no veíamos un fenómeno como Heartstopper, una ficción de aquellas que traspasa las pantallas para llegar a las conversaciones de bares y escuelas y llenar las redes sociales. Y cuando aparece una serie así, toca recomendar otras similares que puedan llenar el vacío que muchos sienten al acabar sus ocho episodios (estamos seguros de que habrá más en una segunda temporada). Para hacerlo fácil, dos de estas propuestas también son de Netflix, Young Royals y Sex Education; y otra la podéis encontrar entera en Youtube, Anne+. Completa la lista Love, Victor, disponible en Disney+.
Siguiendo la historia de la película Love, Simon, esta serie sigue la historia de Victor Salazar, un estudiante que llega al Creekwood High School después de los hechos del filme e, igual que Simon, se cuestiona su sexualidad. Tal como les pasa a Charlie y Nick, la vida de Victor dará un giro cuando se enamore de un chico, Benji, y los conflictos serán muy similares: el miedo a decepcionar, el acoso escolar, la homofobia y la autoaceptación. Victor, además, es hijo de dos padres colombianos con fuertes convicciones católicas y conservadoras, de manera que la aceptación familiar también es un gran tema de esta bonita serie.
Otra relación entre dos jóvenes homosexuales explicada con la misma delicadeza y atención al detalle que Heartstopper es la que se establece entre Simon y Wilhelm. El problema aquí es que el segundo es el príncipe de Suecia, de manera que la necesidad de mantenerlo en secreto es mucho mayor, porque depende la estabilidad del reino. Así pues, esta serie sueca no sólo explora un tema tan habitual como un miembro de la casa real se enamore de una persona de una clase social muy inferior, sino también como reacciona una sociedad si su príncipe sale del armario.
Ya hemos visto dos historias sobre chicos homosexuales, ahora toca hablar de la de una lesbiana. Esta maravillosa serie holandesa protagonizada y coescrita por Hanna van Vliet nos presenta la vida de una chica ya más mayor que Charlie y Nick, en edad de empezar a vivir sola y buscar los primeros trabajos. Representar la complicada vida post-universitaria es uno de los temas de la serie, pero el principal es sus relaciones con otras chicas, enseñándonos a una diferente en cada uno de los episodios de sólo diez minutos. El éxito de la serie hizo que, además, Netflix hiciera una película, también muy recomendable.
En Sex education, la pareja protagonista no es homosexual —sí que lo son algunos de los secundarios con más peso, como Eric, Adam o Lily—, porque lo que la hace realmente similar a Heartstopper es el tono y el contexto de la serie. En los dos casos nos encontramos en un instituto con un casting bien diverso que forman un magnífico grupo de secundarios. Y la gran mayoría de ellos son alumnos con un gran corazón que enamoran a la audiencia, hasta el punto que es fácil pensar como de bien se llevarían los personajes de una y otra serie si se conocieran. Las dos ficciones son indispensables; y una por la homosexualidad, y la otra por la sexualidad, se tendrían que enseñar en todos los institutos para aprender sobre estos temas.