Siempre se nos había dicho que a los libros mejor tenerlos fuera del mármol de la cocina o del comedor, alejados de manos mugrientas y más que probables salpicaduras de sofrito. No sea que se ensucien. No sea que conozcan la realidad y vivan la rutina y se la hagan suya. La masificación lectora ha subvertido las condiciones de supervivencia de las páginas y páginas que construyen las historias de los libros; ahora hay tantas que, como más desgastadas estén, más valor le damos. Los márgenes arrugados tienen más calle, más solera, que decimos. Ya no nos importa que una pequeña gota de café caiga en medio de una letra, porque eso le otorga personalidad, una historia complementaria que el libro luce con orgullo. Hay cierto autoplacer en demostrar que los libros están usados. De hecho, ya no hay límites de espacios para disfrutar de la lectura. Al revés: ahora buscamos incansablemente lugares donde hacer un buen maridaje entre cafeína y literatura. Aquí 5 sitios en Barcelona con café y libros.
Era 1996 cuando Marta Ramoneda y Antonio Ramírez abrían la primera librería de La Central en la calle Mallorca de Barcelona. Poco se pensaban que 25 años después serían no sólo una de las referencias literarias de la ciudad, sino también una apuesta segura para la viabilidad de las librerías físicas de barrio: un par de años después abrieron La Central del Raval y más tarde todavía vendrían dos más (otra en la Condal y dos en Madrid). Tomar un café o un tentempié aquí no es una opción: es un deber de buen lector. Para los barceloneses, tanto en La Central Mallorca como en la del Raval el espacio es mucho más que una cafetería: es una cita tinder con tu libro preferido, a veces un bar (un jardín, en el Raval) y a ratos una tienda de libros donde también se hacen todo tipo de actividades culturales. Las estanterías llenas mezclan el olor en papel nuevo con el de tostado del cortado de la cafetera. Una maravilla para el olfato y la mente.
No hace ni un año que la Finestres abrió sus puertas y ya es un lugar seguro para la supervivencia de la literatura en la ciudad. En pleno corazón del Eixample, esta librería quiere trascender lo que se suele encontrar en una librería tradicional: pretende actuar como gestora y promotora cultural, promoviendo premios y becas a la creación, sacando adelante clubs de lectura y consolidando presentaciones, recomendaciones de autores y cursos. También apostando por los piscolabis y por la filosofía de casar una buena lectura con una copa de vino, un café con leche o un pequeño picoteo – ¡y sin wi-fi! –. El Bar Watson está al final de la sala, con una gran mesa central para compartir lectura con desconocido y algunas (pocas) más pequeñas alrededor. Ir por la tarde es casi misión imposible: a partir de las 17h suele estar lleno.
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Un sitio mítico de Barcelona, refugio de autores, editores y amantes infinitos de la lectura. Es una de las librerías de cabecera de la ciudad, el lugar donde toda filia literaria es posible. Sean libros de filosofía, historia, arquitectura, autoayuda, antropología, tecnología, cine o literatura infantil, la Laie es como un enorme baúl de sastre donde todo es posible. Su cafetería situada en la primera planta de la librería (donde también hacen menú de mediodía, por cierto, y tienen una preciosa terraza) la hacen indispensable, tanto para desconectar con un libro como para trabajar o estudiar. Sí, aquí sí hay wi-fi (y enchufes).
Un barrio de libros. ¿O era muchos libros en el barrio? Sea lo que sea, la particularidad de la librería Nollegiu es, precisamente, también su razón de ser: una librería donde los lectores puedan probarse los libros antes de comprarlos. Como si fueran unos pantalones o un sombrero. Ya hace más de 8 años que se inauguró en el barrio de Poblenou vendiendo libros y organizando actos culturales, precisamente para que la literatura fuera una parte importante de la comunidad. Lo consiguieron, y dos años después ampliaron el espacio. Si no sabéis qué libro empezar, id: en el piso de arriba hay unas mesas donde poder tomar alguna cosa mientras uno hace la selección literaria del momento.
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En pleno invierno, si al placer de la lectura y el café caliente le añadimos una chimenea... ¿qué? Pues esta fantasía en la Byron es posible. De hecho, su nombre entero es Byron: librería & café & espacios. Abrió en el número 32 de la calle Casanova hace poco más de un año y acoge más de 500 metros de estanterías llenas de libros, donde también hay espacios para sentarse, servicio de cafetería y la joya de la corona: una gran chimenea que da (todavía más) comodidad al espacio. Pero para convertirse en referente cultural y social de Barcelona, no sólo promueve actos culturales o la venta de literatura: también lo hace con su filosofía moral, utilizando productos de conciencia ecológica y kilómetro 0.