Más o menos, tenemos claras las reglas de acentuación en catalán: acentuamos las palabras agudas acabadas en vocal, en vocal más -s y en -en, -in; se escriben con acento las palabras planas cuando no acaban en las terminaciones anteriores y todas las esdrújulas llevan acento. Así, excepto algunas excepciones, como los monosílabos, queda todo bien claro. Ahora bien, ¿qué pasa cuando el problema no es escribir el acento gráfico, sino saber cuál es la sílaba tónica? El habla del día a día, coloquial, trastoca o cambia de lugar el acento de algunas palabras, bien sea por influencia de otras lenguas (ejem, ejem) o porque son palabras cultas y se nos hace raro pronunciarlas de la manera considerada correcta. De esta manera, con la pronunciación cambiada, es muy difícil que acentuemos bien este grupo de palabras.
¡Ponte a prueba!