No pudo ser. La celebración del 20º aniversario de la Agència Catalana de Notícies (ACN) ha reunido a todos sus directores excepto a uno, el primero y fundador: Carles Puigdemont. Ha sido recordado desde el atril por algunos de los oradores del acto, antes de dar paso a la mesa redonda de periodistas, el plato fuerte de la conmemoración. Todos han coincidido: las agencias son más necesarias que nunca para aportar rigor, veracidad, capilaridad territorial, inmediatez... más todavía en tiempos de fake news. Los oradores que han abierto el acto, además de seguir los protocolos habituales, han coincidido en otra sustancia: a la ACN le conviene una financiación adecuada.
"Sólo con una financiación puesta al día la agencia podrá seguir creciendo y ofrecer contenidos de calidad", ha notado Ignasi Genovès, el presidente de la agencia de propiedad pública (70% la Generalitat, 20% la CCMA). Su director, Marc Colomer (en la foto), también ha pedido "el compromiso financiero explícito de la administración" para garantizar la continuidad de la agencia y su nivel del trabajo. Al final del acto, en respuesta a un alumno, Colomer ha explicado que el 65% de la financiación de la ACN es pública, y por eso sufrió las consecuencias de los recortes presupuestarios.
En la mesa redonda, moderada por la periodista Mònica Hernández, se sentaban el profesor Joseph Oliver Boyd-Barret; la fotoperiodista y profesora de la URL, Sandra Balsells; la directora de Els Matins de TV3, Lídia Heredia, y la directora del No ho sé de RAC1, Agnès Marquès.
Boyd-Barret ha dicho que las agencias siempre parecen en crisis, aunque en realidad gozan de buena salud porque son necesarias. Sobre la ACN, ha dicho que ha sabido navegar en "aguas difíciles" mejor que otras agencias, y ha dado voz a todos los sectores sociales y políticos de Catalunya. También ha alertado de los riesgos de' "homogeneización" de la información por la concentración de las grandes agencias internacionales, de la "confusión" promovida por las agencias de relaciones públicas, grupos de interés y políticos, y de la producción en cadena de noticias poco relevantes. De ahí la necesidad del rigor de las agencias.
Balsells ha reivindicado el trabajo de los fotoperiodistas y ha alertado de dos grandes riesgos: que unas pocas grandes agencias internacionales concentren mucho flujo informativo, y que los fotógrafos vendan su trabajo "al peso" y no por su calidad y originalidad.
Heredia ha declarado la seguridad y confianza que le dan las agencias en el marco de la turbinada informativa y la aceleración que provoca el exceso de "últimas horas" y la actualización continua. La credibilidad "es difícil de ganar y fácil de perder, [las agencias] tienen un plus de responsabilidad", ha opinado. Por eso, ha añadido, el trabajo de las agencias no tiene que verse condicionado por los formatos ni las prisas y les conviene disponer de más margen de maniobra para jerarquizar la información.
Marquès ha coincidido con Heredia en que los medios de comunicación necesitan a las agencias para complementar su trabajo y sumar rigor. También ha reclamado que los periodistas y los medios se exijan y se impongan cierta pausa y reflexión.
El acto se ha celebrado en la Facultad de Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra. Ha sido inaugurado por el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, y lo ha clausurado el presidente del Parlament, Roger Torrent. También han intervenido la secretaria de Presidència, Meritxell Masó, y Carles Pont, director de los estudios de Periodismo de la UPF.