Fernando Trueba ha tardado diez años en sacar adelante Isla perdida, un film-noir que hoy llega a las salas de cine con la actriz catalana Aida Folch, que ya trabajó con Trueba hace doce años en El artista y la modelo, como protagonista.
El nuevo largometraje del director de filmes como Two Much, La niña de tus ojos, Calle 54 o la oscarizada Belle Epoque, es una película marcada tanto en su trama como en sus personajes por, como en todos los trabajos del cineasta madrileño, gran amante del jazz, una banda sonora excepcional, que Trueba asegura haberse "currado muchísimo".
Un thriller a ritmo de jazz
"Si me hubieran dicho cómo habría hecho mi carrera ideal como director, hubiera elegido una comedia y un film-noir", afirma Trueba en charla con la agencia EFE. "Pero en España es más lógico y más fácil y nos pilla más a mano la comedia, y yo, particularmente, es el lenguaje que hablo en mi vida cotidiana". Pero "como espectador y como amante del cine, siempre estaba muy cerca de este otro género, de Hitchcock, de los clásicos del cine negro, el retorno al pasado... Adoro ese cine, las novelas de la Highsmith, de William Irish o David Goodies, todas esas cosas".
Como espectador y como amante del cine, siempre he estado muy cerca de Hitchcock, de los clásicos del cine negro
Isla perdida es un thriller a ritmo de jazz que, con un guion escrito entre Trueba y el creador de cómics Rylend Grant (que además es monje budista), arranca con la luminosidad del verano en una isla griega, se enreda en el otoño con preguntas incómodas y llega al invierno convertido en una novela gótica. Protagonizada por la actriz de Reus Aida Folch, el colombiano Juan Pablo Urrego y Matt Dillon en los principales papeles, Isla perdida (Haunted Heart en su título internacional) ha sido rodada en inglés, español y griego, y es un noir en toda regla, ambientado en las islas griegas con el jazz como telón de fondo. La música, el pasado como concertista de clarinete de Max, es el hilo del que tira Trueba para coser la historia. "La música de esta película está muy currada, está la música de él, la de ella, la del pasado, las músicas de la época...".
La música también es la pasión que ha unido a Trueba y Dillon, expertos ambos en música cubana y jazz, que hace años decidieron que harían juntos una película cuya banda sonora sería sea otro personaje más
La cinta, dividida en tres partes como tres movimientos de una composición musical, explica el director madrileño, comienza en verano, cuando Álex (Folch), una aspirante a maître llega tarde a su cita laboral con Max (Dillon), dueño y chef de un restaurante al que solo se accede en barco, y debe conformarse con trabajar de camarera. Ella nota el flechazo y, a pesar de que viene huyendo de un pasado doloroso, se lanza de cabeza a por él. Pero Max es un hombre oscuro, reservado, o tímido, que solo se sincera con su amigo Chico (Urrego). La música también es la pasión que ha unido a Trueba y Dillon, expertos ambos en música cubana y jazz, que hace años decidieron que harían juntos una película cuya banda sonora sería sea otro personaje más. Esta película ya se ha materializado, se llama Isla perdida, es un film-noir y llega hoy a las salas de cine.