En el artículo anterior empezamos a ver palabras y expresiones norcatalanas muy bonitas. Hoy veremos más. Por ejemplo, históricamente, en la Catalunya Nord a un chico le llaman pallago (femenino pallaga) (en catalán general es noi o xic). El vocablo mainatge significa 'niño, chiquillo'. A una sartén le llaman panna (en catalán general es paella). Y una crusca (o, en diminutivo, un crusquet) es un golpe dado a la cabeza de alguien con los nudillos de los dedos. Al mismo tiempo, dicen mucho tustar para 'dar golpes'; si bien ese verbo también se encuentra en otras regiones, allí es muy empleado. Tradicionalmente también se ha utilizado la expresión de sopines 'de repente'. Por último, destaca el uso del verbo caldre 'ser necesario, tener que'. Tiene el mismo significado que en los otros lugares ('ser necesario u obligatorio'), pero en la Catalunya Nord tienen una gran tendencia a mencionar a la persona afectada por aquel hecho: Me cal anar a Girona 'me es preciso ir a Girona'.

El profesor de la Universidad de Perpinyà Joan Peytaví, en su libro El català al nord de Catalunya a principi del segle XXI (2016), reporta otras palabras, como eima 'juicio, razón', noga 'nuez, fruto seco del nogal' (en catalán general es nou, un vocablo femenino), goda o canya 'pereza, desgana', enyorer 'añoranza', posar a mullega 'poner en remojo', cluc 'siesta breve' (en catalán general se dice tenir els ulls clucs 'tener los ojos cerrados'), ainat (femenino ainada) 'hijo mayor' y manta 'mucho'. Ah, y no perdamos de vista la palabra tampis, que significa 'da igual'.

También es muy frecuente en la Catalunya Nord el sufijo -aire para designar un oficio o una persona que hace a menudo una cosa: caçaire 'cazador', pescaire 'pescador', carnissaire 'carnicero', sembraire 'sembrador', segaire 'segador', llauraire 'labrador', llogaire 'alquilador', saltaire 'saltador', suaire 'persona que suda mucho' (a partir del verbo suar 'sudar'), compraire 'persona que tiene tendencia a comprar mucho', etcétera. Es un sistema denominativo muy lógico y estable. Como el occitano también tiene este sufijo con ese mismo significado, es un rasgo lingüístico que hermana el catalán y el occitano.

Cambios en la forma de las palabras

A destacar también algunos cambios de conjugación: los verbos fugir 'huir', cosir 'coser', collir 'cosechar, recoger' y cruixir 'crujir', que en catalán general son de la tercera conjugación (con I), en la Catalunya Nord se han hecho de la segunda conjugación (con E): fúger, cúser, cúller i crúixer. Igualmente, entre la gente norcatalana se oye el verbo íxer 'salir afuera', emparentado con la forma valenciana eixir, que significa lo mismo. Ahí tenemos un punto de enlace entre la Catalunya Nord y el País Valencià. Además, entre algunas personas norcatalanas los verbos dir 'decir' i ser 'ser' tienen como infinitivo dire y sere (fenómeno fonético que también se encuentra en algunos verbos en las comarcas gerundenses: es posible oír decir a los ampurdaneses créixere i néixere en vez de créixer 'crecer' i néixer 'nacer').

Al mismo tiempo, los participios de pasado que en general se dicen con -ut, en la Catalunya Nord han pasado a decirse con -it: He coneixit un actor (a Barcelona, He conegut un actor), Lo nen és creixit molt (a Lleida, Lo nen ha crescut molt), Has premit massa fort lo botó (a Girona Has premut massa fort el botó), Som naixits en una casa de poble (a Manresa, Som nascuts en una casa de poble). En otro artículo veremos otras curiosidades lingüísticas norcatalanas que os van a sorprender.