Boxeador amateur, Norman Mailer viajó al Zaire a finales del mes de septiembre de 1974. Iba para cubrir el combate del siglo, el 'The Rumble in the jungle' que enfrentó a dos de los grandes mitos de los cuadriláteros: George Foreman y Muhammad Ali. Lo acompañaban en su expedición al continente africano figuras gonzas como George Plimpton o Hunter S. Thompson. ¡Quién pudiera haber estado allí! No para presenciar pelea, que también, sino para compartir barra y conversación con estos kamikazes del articulismo. Llegaron, decíamos, a finales de septiembre. El combate estaba programado para el día 24, sin embargo, una ceja abierta de Foreman obligó a posponer el intercambio de caricias hasta el 30 de octubre. Hoy hace exactamente 50 años.

"No Vietnamese Ever Called Me Nigger". Ningún vietnamita me ha dicho nunca nigger (la manera más despectiva de nombrar a los afroamericanos). Con esta toma de conciencia, Muhammad Ali expuso su negativa a enrolarse al ejército de los Estados Unidos para ir a servir a la Guerra de Vietnam. Era el año 1967. Campeón del mundo, Ali fue desposeído del título. También le retiraron la licencia. No pudo volar como una mariposa y picar como una abeja durante tres años. Reapareció en 1970. Después de un par de combates de trámite contra Jerry Quarry y Oscar Bonavena, escaramuzas que liquidó con la eficacia soporífera de un funcionario un viernes a la una y media del mediodía, intentó recuperar el cinturón enfrentándose al seis veces campeón del mundo Joe Frazier. Todavía invicto, el récord de Ali era de 31 combates ganados. Frazier también catalogaba todas sus peleas por victorias: 26 triunfos, 23 por KO. La prensa especializada la etiquetó como Fight of the Century. Ali aguantó los 15 rounds pactados. Perdió por decisión unánime del jurado. Los dos pasaron varias semanas ingresados en un hospital recuperándose de las hostilidades. Pocas noches de boxeo de esta intensidad se han vivido en el Madison Square Garden de Nova York.

Aquel fue el primer capítulo de una trilogía histórica de combates que concluyó en 1975 con Thrilla in Manila. Esta vez el vencedor fue Ali. "Frazier se retiró un segundo antes de que lo hiciera yo. No podía luchar más". Ali no quiso revivir nunca por televisión aquel combate. "¿Por qué volver al infierno?", declaraba cuándo se lo preguntaban. Mientras Ali y Frazier se retaban para decidir quién era el mayor de todos los tiempos, tras de ellos irrumpía una nueva leyenda de los pesos pesados: George Foreman. Campeón olímpico el año 1968, nadie apostaba por Foreman cuando se enfrentó a Frazier. Lo noqueó sin piedad. Cuando Ali retó a Foreman, nadie creyó en las posibilidades del viejo Muhammad.

30 de octubre de 1974. Medio siglo del combate del siglo

No sabes pegar más fuerte

El combate entre Ali y Foreman, organizado por el inefable Don King, estaba programado originalmente para el día 24 de septiembre de 1974. Todo un acontecimiento que estaría precedido por un gran festival de música. El Zaire 74 duraría tres días y reuniría a músicos de la dimensión de James Brown, Celia Cruz y la Fania All-Stars, B.B. King, Miriam Makeba, The Spinners, Bill Withers, The Crusaders y Manu Dibango. El festival se celebró. El combate se tuvo que aplazar un mes. La culpa fue de un gancho de derecha tirado por su sparring que Foreman no supo esquivar. Diagnóstico: ceja abierta y 11 puntos de sutura. Faltaban solo ocho días para que sonara la campana. Ali lo acusó de lesionarse expresamente.

Ya entonces mandaba la televisión y para que el combate se pudiera ver en directo en los Estados Unidos, se programó a las 4 de la madrugada. Cuando sonó la campana, más de cien mil personas, una multitud que llenaba el estadio 20 de mayo de Kinsasa, bramaban 'Ali, bomayé'!. ¡Ali, mátalo! El público local tenía claro quién era su favorito. Muhammad Ali utilizó una táctica suicida: dejó que Foreman lo usara como saco, pillando a diestro y siniestro todos los golpes que su rival iba lanzando. Fue así durante varios asaltos. A eso en boxeo se le llama rope-a-dope. Mientras tanto, iba minando la moral de su contrincante. "Me decepcionas. ¿No sabes pegar más fuerte?", gritaba Ali después de cada gancho. Cuando durante el quinto round Foreman se empezó a mostrar agotado, Ali contraatacó. Ganó por KO en el octavo. El mejor combate de todos los tiempos ya tenía vencedor.

Cubierta de El combate de Norman Mailer publicada por Contra Ediciones

Hay artículos buenos, a veces incluso de muy buenos. Después hay piezas antológicas de la literatura periodística. Una categoría, esta última, en la que destaca en negrita y letras capitales, The Fight, la crónica, en nuestra casa publicada pocos años atrás por la barcelonesa editorial Contra con el título de El combate, que el padre del nuevo periodismo, Norman Mailer, firmó de The Rumble in the Jungle. El mejor combate de boxeo de todos los tiempos que se celebró hoy hace 50 años.