Es la escritora que coleccionaba palabras. La mallorquina Antònia Vicens (Santanyí, 1941) ha recibido el 54è Premi d'Honor de les Lletres Catalanes de la mano del presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, en una emotiva noche en el Palau de la Música Catalana. "Somos multitud los que hemos narrado siglos de historia y compromiso, explicando las gestas de este pueblo para que vosotros tengáis el orgullo de ser catalanes y universales", ha reivindicado la novelista en su discurso de recepción del galardón, que le reconoce toda una vida de amar y cuidar la lengua catalana.
"Orgullo de ser catalanes y universales". Esta es la idea principal que ha transmitido Vicens, pidiéndonos: "No sucumbáis, no os encojáis a amenazas insidiosas". "Durante las horas bajas, días grises, la noche más blanca, no olvidáis que estamos y que contra la fuerza de las palabras, el poder de la poesía y el saber de nuestros muertos, nadie podrá hacer nada", ha manifestado. Y es que, directa o indirectamente, la noche ha estado marcada por la delicada situación del catalán. En las aulas y en la calle, en Catalunya y en el resto de los Países Catalanes.
La defensa del catalán y el feminismo
En este mensaje ha insistido también Antich, en que ha hecho un llamamiento a "articular una estrategia en defensa del catalán y por el fortalecimiento de su uso social en todos los ámbitos de la vida colectiva". "Al sistema educativo y al ocio, a la empresa y al comercio, al audiovisual y a los nuevos formados, y en la lucha contra las desigualdades", ha enumerado, antes de entregar el premio a la escritora mallorquina. Y lo ha hecho dirigiéndose a todo el mundo que está implicado en la defensa de la lengua: la sociedad civil de los Países Catalanes, a sus instituciones, a los partidos políticos y a los grupos parlamentarios del catalanismo histórico, que representan el 85% del Parlament de Catalunya. En definitiva, que "para Òmnium, el audiovisual y el modelo de escuela catalana son vitales, y estamos comprometidos a librar batalla en estos dos frentes estratégicos para el país y su gente".
La defensa del catalán no es la única idea de que se ha reivindicado en la gala, que coincide con el aniversario del nacimiento de la siempre reivindicativa Montserrat Roig. Entonces, como no podía ser de otra manera, el feminismo también ha sido presente la entrega del 54è Premi d'Honor de les Lletres Catalanes. Es por eso que el presidente de Òmnium ha hecho autocrítica ante el hecho de que solo ocho mujeres han recibido el galardón. "Tenemos la voluntad de enmendar esta invisibilización histórica de las mujeres escritoras con las cuales hemos aprendido a mirar el nombre. Desde el 2016, de siete premios, cinco mujeres. Falta mucho camino por recorrer, pero la vía es esta", ha expresado. Vicens ha entrado dentro de este todavía reducido grupo.
Una noche emotiva
La noche ha sido emotiva, tanto por el espectáculo que ha recorrido la vida de la escritora como por sus palabras. "Muchas gracias. A todo el mundo, amigas y amigos. Estoy muy emocionada después de ver este acto sobre mi vida. Me han caído lágrimas porque me he reconocido. Me he pasado la vida aferrada a las palabras. Tengo una debilidad que nunca me deja querer dejar de encontrar las palabras a las constantes humillaciones, en las lenguas menospreciadas y minorizadas, y a las naciones sin Estado y a las guerras que nunca acaban", ha concluido Vicens, a la hora de recibir el 54.º Premio de Honor de las Letras Catalanas. De hecho, es el primer galardón que entrega Antich desde que es presidente de Òmnium Cultural.
Al acto de entrega del premio ha asistido una amplia representación de las principales autoridades del país y de los partidos políticos catalanistas. Desde el president de la Generalitat, Pere Aragonès, hasta la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, pasando por la presidenta del Parlament, Laura Borràs; la consellera de Cultura, Natàlia Garriga; y diferentes personalidades del mundo cultural, sindicatos, organizaciones juveniles y de las principales entidades de la sociedad civil.