La Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de Barcelona acoge la 3ª edición de la Semana de la Antropología, organizada por el Institut Català d'Antropologia (ICA), que se celebrará desde el lunes 12 hasta el sábado 17. Y han querido empezar este acontecimiento académico con una mesa redonda sobre "Independencia e identidad cultural en Catalunya: una mirada desde la antropología social". Mònica Martínez, miembro de la junta del ICA y profesora de la UB, ha presentado esta mesa y ha querido dejar claro que este es "el primer intento de debatir desde la antropología sobre un proceso que ha interesado en todas partes". A pesar de que la antropología suele trabajar a otro ritmo, Martínez ha afirmado que era necesario hacer este debate, y hacerlo ahora, porque "vivimos momentos convulsos" en el que se han sufrido recortes importantes de las libertades. Martínez ha asegurado que, ante esta situación, l'antropología debe ponerse a trabajar, porque "el silencio no es la solución a nada". La mesa redonda ha provocado mucha expectación, ha reunido a más de 150 personas.

Yo vengo de una tradición en la que la izquierda no es incompatible con el nacionalismo: la de Lumumba, Ben Barka, Fidel Castro y tantos otros

La antropología como herramienta

Los ponentes han reivindicado la utilidad de la antropología como herramienta de análisis de la situación actual. Isidoro Moreno, catedrático jubilado de la Universidad de Sevilla, ha defendido que ante la globalización hay una revitalización de las identidades culturales, sean nacionales, étnicas, de género... Y afirma que en este contexto el problema no es "el de Catalunya", sino que el problema es de España. Manuel Delgado, profesor de Antropología en la UB, ha recordado que la antropología, hace décadas, hizo una apuesta muy clara por la plurinacionalidad española, y que ya mucho antes algunos antropólogos se habían opuesto al colonialismo, a principios de siglo XX. Frente a aquellos que dicen que el nacionalismo es incompatible con la izquierda, Delgado ha afirmado que "yo vengo de una tradición en que la izquierda no es incompatible con el nacionalismo: la de Lumumba, Ben Barka, Fidel Castro y tantos otros". Y ha recordado que buena parte de los 40 muertos del 6 de octubre de 1934 fueron comunistas.

El de España es un modelo agotado, no solo por el caso de Catalunya, sino agotado-agotado

La herencia del franquismo

Isidoro Moreno ha afirmado que el origen del problema se encuentra en la misma segunda restauración monárquica, a la muerte de Franco. Recuerda que la cúpula del PSOE y del PC estuvieron de acuerdo en desactivar sus propuestas en el texto constitucional, "del más intolerante nacionalismo de Estado español". Un texto que, según Moreno, "necesariamente tenía que generar reacciones". Moreno afirma que se trata "de un modelo agotado, no solo por el caso de Catalunya, sino agotado-agotado". Delgado ha insistido en los argumentos de Moreno: "El régimen borbónico actual es un heredero directo del franquismo. Y cada vez le resulta más difícil disimularlo". Delgado añade que ahora el enemigo, es directamente el fascismo: "Me fastidia que a alguien le reprochen en un juicio porque haya dicho 'no pasarán' porque eso me suena demasiado". El antropólogo de la UB ha confesado que aunque para algunos sectores de izquierda la salida sea el federalismo, hoy por hoy la teoría federal es la más improbable. "Entre los nacionalistas y los nacionales me quedo con los nacionalistas", afirma Delgado, aunque apunta "que no se cree demasiado el independentismo" porque apunta que hace falta un cambio más que de sociedad que de Estado y tiene miedo de que "al fin, si llega la independencia, acaben mandando los mismos y nos decepcionen".

Nunca nos darán el derecho a votar. Nunca habrá urnas

Contra la burguesía nacionalista

"Los nacionalistas catalanes han sido los lacayos de Madrid", explica Delgado, y añade que "no sabe qué les ha ocurrido para que hayan visto la luz y se extrañen ahora de que el Estado español sea represor". Afirma que hay una responsabilidad de los dirigentes independentistas en el fracaso del mes de octubre: "Creo que nos enviaron a casa, no porque tuvieran miedo de los muertos, sino porque tenían miedo de los vivos, porque no lo tenían controlado". Delgado, que afirma que es independentista y antinacionalista, cree que la única oportunidad que hay para la independencia está en una revuelta generalizada cuando lleguen las sentencias, porque tiene muy claro que "nunca nos darán el derecho a votar. Nunca habrá urnas". "La independencia solo se puede conseguir consiguiéndola", afirma, y apuesta por acabar "con el proceso interminable" en la calle, que es donde todo empezó.

Hay antropólogos que están a favor de la liberación de todos los pueblos excepto el suyo

Menos claro de lo que se podría suponer

Históricamente ha habido muchos antropólogos que se han solidarizado con los pueblos oprimidos. Pero Manuel Delgado ha querido dejar claro que en el caso catalán el apoyo de la antropología española no es tan claro. Algunas organizaciones de la Federación de Asociaciones de Antropología de España se negaron a firmar un manifiesto después del 1 de octubre en apoyo al pueblo catalán. Delgado ha concluido que "hay antropólogos que están a favor de la liberación de todos los pueblos excepto el suyo". Montserrat Clua ha destacado que la antropología española, fuera de Catalunya, no se ha preocupado en absoluto por la identidad nacional: "Ahora me vienen a visitar antropólogos extranjeros para que les ayude a documentarse sobre el nacionalismo, pero del resto de España no viene nadie". Clua ha reivindicado, además, que desde la antropología hay que estudiar el voto unionista, un mundo que desde las ciencias sociales se ha ignorado completamente y que se desconoce mucho.