Es una de las estrellas del rock de la música clásica. Un icono pop sosteniendo una batuta. Una de las pocas figuras de los grandes liceos contemporáneos reconocible para el gran público. Es el venezolano Gustavo Dudamel y la noche de este viernes ha dirigido el segundo de los dos conciertos del ciclo Clàssica a la Platja. Un recital en que, bajo su supervisión, la Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu, esta noche con la colaboración de solistas de renombre internacional como la violinista María Dueñas y el violoncelista Pablo Ferrández, ha formulado un programa dedicado exclusivamente al compositor John Williams. Y seguramente aquí radica la grandeza, genialidad y popularidad de Dudamel, capaz de acercar a todo el mundo el atractivo del simfonismo sin altivismos, si no a través, como en esta ocasión, de las partituras del que probablemente es el mayor compositor de la historia de Hollywood.

Un reto divertido

En una breve introducción, Dudamel, que esta semana había recibido del Ayuntamiento de la capital catalana, la distinción de Amigo de Barcelona ha dicho que "tocar la música de John Williams, aparte de un reto, es satisfactorio y divertido, porque no solamente hizo música para películas, hizo la banda sonora de nuestras vidas", a la que ha añadido que Williams es "un gran amigo y una persona muy generosa", sigue siendo "la persona viva más nominada en los premios de la Academia del Cine de los Estados Unidos, 52 veces, de las cuales ha ganado 5 Oscar".

A la cita tampoco faltaron Darth Vader y sus tropas imperiales / Foto: Gerard Escaich / ACN

Tocar la música de John Williams, aparte de un reto, es satisfactorio y divertido, porque no solamente hizo música para películas, hizo la banda sonora de nuestras vidas

Los primeros compases del espectáculo los ha marcado la banda sonora de la película Superman, recibida con entusiasmo por los millares de personas que han vuelto a llenar la playa de San Sebastián. La noche ha seguido con partituras tan icónicas del universo de celuloide como Parque Jurásico, E.T., el extraterrestre, La Guerra de las Galaxias, Amistad, La lista de Schindler o el Hedwig's Theme de la película Harry Potter y la piedra filosofal. Nos acercábamos al final del recital y Dudamel ha señalado: "Ahora que se ha hecho de noche, y todo se pone más misterioso, asaltaremos otra de las grandes bandas sonoras de la historia del cine, Sayuri's Theme del filme Memorias de una geisha, y para eso contamos con un maravilloso violoncelista español que está haciendo una gran carrera internacional, Pablo Ferrández". Y entonces la pantalla se ha fundido en negro, ha aparecido la leyenda The End, y todo han sido aplausos.