La historiografía española no ha cuestionado nunca la existencia del archiducado de Austria como entidad independiente. A pesar de no ser un reino. Sobre todo cuando hablan de Carlos de Gante (al que llaman Carlos I de España y V de Alemania, cuando, en ese momento, ni España ni Alemania existían). En cambio, tienen muchas reservas para aceptar que el condado de Barcelona es, desde su independencia de facto (987) y como reconocen todas las academias historiográficas europeas, una entidad independiente, aunque su máxima autoridad en Catalunya nunca se intitulara rey. ¿Por qué se resisten? ¿Por qué priorizan el tema ideológico al criterio académico?