Cuando en lengua y literatura española trabajamos el Cantar de mio Cid nadie te cuenta que fue un panfleto propagandístico. Tampoco profundizamos en el descontento de la Generación del 98 cuando las colonias se independizan o en el malestar de las madres obreras que enviaban a sus hijos de morir a “la guerra de África” en 1909. Si todo esto lo dejamos a un lado, ¿por qué íbamos a preguntarnos qué relación hemos tenido con Marruecos, nuestro país vecino, y con los pueblos que conforman su geografía? Por ello, este verano ha sido un regalo, una masterclass sobre la historia no oficial, de la mano de Laura Casielles y Arena en los ojos. Memoria y silencio de la colonización española en Marruecos y el Sáhara Occidental (Libros del KO, 2024). La autora nos relata en una hibridación entre la crónica de viajes y el ensayo, la historia desconocida de la huella que dejó España en el norte de África a través de testimonios, documentos oficiales y experiencias. De Tetuán hasta Madrid la colonialidad epistémica lo cubre todo, como la arena del desierto que nos llega en los meses de calima e ignoramos como un viento ajeno, pero esos granos se cuelan y forman parte de nuestro legado colonial erosionando y alimentando también nuestra orografía.
De Tetuán hasta Madrid la colonialidad epistémica lo cubre todo, como la arena del desierto que nos llega en los meses de calima e ignoramos como un viento ajeno, pero esos granos se cuelan y forman parte de nuestro legado colonial erosionando y alimentando también nuestra orografía
Sucesos que nadie quiere abordar
El entusiasmo con el que recorres este ensayo es fruto de un trabajo arduo, una investigación seria y muy bien documentada con películas, historia del arte, documentos oficiales, testimonios, informes. Laura Casielles ha residido en Tetuán y en Rabat durante un tiempo y nos traza un mapa de pistas desde el S. XIX para entender el presente y reseguir el pasado. Sin embargo, ya disponemos de mapas oficiales para encajar los cuadros de Mariano Fortuny: La batalla de Wad Ras o la inacabada Batalla de Tetuán, pero no sabemos cómo se ejecutaron, en qué condiciones y quienes eran los mecenas de unos documentos gráficos tergiversados. Casielles nos habla del mientras tanto, una frase que agudiza la mirada crítica y nos coloca en un lugar incómodo: ¿qué estaba pasando en la casba de Tetuán el 27 de julio de 1909? ¿Fue un desastre el llamado desastre del barranco del lobo? ¿Por qué España sigue sufragando actos militares en Marruecos? Arrojar luz sobre estas cuestiones solo es posible gracias a un trabajo muy “hilado”. La también poeta y novelista nos explica sucesos que nadie quiere abordar y mucho menos reparar, hablo del uso de armas químicas por parte de España en el Rif: “Después de Annual (la batalla de Annual se produjo el 22 de julio de 1921 durante la Guerra del Rif), cien años después, en torno a un 80% de los pacientes oncológicos de Rabat son, todavía, rifeños”. También repasa figuras que nadie quiere reivindicar porque llevan el sello de la revuelta: Abd el- Krim El Jatabi, líder rifeño que se enfrentó a los españoles.
Cada relato está encuadrado en un territorio, uno de los que más me llamó la atención fue el de Larache, ciudad de resistencia durante el golpe de Estado de Franco. La complejidad de los sucesos que acaecieron durante el alzamiento fascista no se puede entender sin los territorios del Protectorado. Personajes como Luis Romero Basart son nombres nuevos para mí (e imagino que para una mayoría de lectores). La existencia de fosas comunes de republicanos en Marruecos y de soldados marroquíes en España plasman la dualidad con la que bregó siempre Franco. Desconocía por completo que una parte de la comunidad judía financió el golpe de Estado en Marruecos, mientras en la península el llamado a aniquilar a esta parte de la población era parte de las proclamas. Todo esto son ejemplos, pequeñas píldoras de un ensayo muy bien ejecutado. Y me gustaría remarcar que está muy bien ejecutado, puesto que es difícil encontrar publicaciones con tanta rigurosidad sobre hechos históricos.
La complejidad de los sucesos que acaecieron durante el alzamiento fascista no se puede entender sin los territorios del Protectorado
La revisión de conceptos como “africanismo” o la visibilización de autores marroquíes en lengua española como Mohamed Mamún Taha, Aziza Bennani o Said Jedidi, entre otros, es un ejercicio de justicia y honestidad por parte de cómo contamos nuestra historia en común y qué queremos esconder. Porque lo moro no puede formar parte nuestra cultura y la realidad es que lo atraviesa todo. Porque leyendo a Casielles todo me ha resultado muy tramposo, una relación donde la colonia mangonea, borra y reprime a su antojo y sobre todo nos saca de la zona de confort porque es así… “Somos unos ignorantes respecto a la relación y la historia de España y Marruecos”. Y siguiendo en esta línea de ignorancia escogida, impostada e inoculada a conciencia por instituciones, nos encontramos con otro pueblo ignorado: el saharaui. “El Sáhara es de España, pero no es de España”, decía un ministro de la Transición. Casielles consigue desmontar todas estas dualidades que esconden capas y se cimentan en el racismo institucional.
Comenzar septiembre con un testimonio como el de Laura Casielles puede conducirnos a otras miradas más profundas, ella misma dice en el libro: “hay que ir viendo más cosas, cada vez más cosas”
Empiezo recomendando este magnífico ensayo Arena en los ojos. Memoria y silencio de la colonización española en Marruecos y el Sáhara Occidental mientras asisto, absorta, crédula e indignada ante el tratamiento mediático, semiótico, de la llegada de niños, pero migrantes, a las costas en flotadores de Ceuta desde Marruecos. Apago la televisión porque una tiene un límite ante la sarta de improperios y acudo al móvil en busca de otra cosa. Leo una entrevista muy interesante a Ainhoa Nadia Douhaibi, autora de La radicalización del racismo (Cambalache, 2019), donde señala la violencia contra menores migrantes como un hecho sistemático. Recuerdo el pasaje del libro de Laura donde habla de la prohibición de entablar relaciones afectivas por parte del Gobierno entre marroquíes y españoles, pero no así la prohibición del turismo sexual infantil o la trata. Pero migrantes, pero moros, pero refugiados, pero… Informaos, leed, investigad y dejad el Tiktok trufado de discursos facilones. Comenzar septiembre con un testimonio como el de Laura Casielles puede conducirnos a otras miradas más profundas, menos amables y naifs que el tan comentado El tiempo entre costuras de María Dueñas y su adaptación audiovisual. Ella misma dice en el libro: “Hay que ir viendo más cosas, cada vez más cosas”.