"Si la encuentras, es tuya"!, esta es la frase que los seguidores y seguidoras de Joan Juncosa en Instagram más esperan cada semana. Se ha convertido en un juego participativo que cada vez tiene más seguidores: el artista cuelga baldosas pintadas en lugares de Barcelona, si identificas el sitio y llegas antes que alguien más, te la puedes llevar. Pero eso no acaba aquí, hay una condición: tienes que llevarla a tu paisaje preferido y mandarle una foto al artista.

Pavimento hidráulico original y pintado. Foto: @juncosa_bcn

Joan Juncosa tiene 33 años, es de la Ribera de Ebro y es arquitecto. Justo cuando empezaba el confinamiento por coronavirus corrió a una tienda a buscar telas y pintura para recuperar una afición que había aparcado hacía tres años cuando vino a vivir en Barcelona: pintar. Se llevó los últimos lienzos que quedaban en la tienda: unas telas cuadradas de 20 x 20 cm. Una vez en casa, encontró la inspiración cuando una le cayó al suelo del comedor, pavimentado con las históricas baldosas hidráulicas de Barcelona. Decidió copiar una y versionarla y, a partir de aquí empezó a crear con formas geométricas y colores.

Las baldosas pintadas se convirtieron en un juego

Un tiempo después, sus vecinos de abajo se marchaban del piso y les quiso dar una baldosa a cada uno con el diseño del suelo del comedor, que es lo mismo en todo el edificio para que tuvieran un recuerdo. Cuando se las regaló, los vecinos empezaron a buscar en qué sitio podrían poner su pequeña obra de arte. Hasta que uno dijo "Yo la pondré en la plaza del pueblo!" y eso desencadenó en una bonita competición de fotografías por WhatsApp para ver a quien lo ponía en un sitio más especial. "En aquel momento pensé: se están llevando un trocito de Barcelona y ellos, a la vez, me están regalando un trocito del sitio donde viven. Este intercambio me parecía mucho chulo", explica Juncosa.

Baldosa pintada colgada en la ciudad de Estambul. Foto: @juncosa_bcn

A partir de aquí empezó a colgarlo a Instagram. Las baldosas, en realidad son lienzos que Juncosa engancha en rincones de Barcelona con cinta adhesiva: "yo soy muy respetuoso con la arquitectura y los edificios, todo lo que hago se puede sacar sin dejar rastro. Además, así son más fáciles de transportar dentro de una bolsa o maleta". Detrás, deja una etiqueta que explica qué hay que hacer cuando encuentras una: te puedes llevar la obra de arte si, a cambio la haces viajar y le envías una fotografía de la baldosa a tu lugar más especial del mundo.

"Me gusta pensar que yo solo creo la mitad de la obra de arte, la otra mitad la pone la persona que encuentra la baldosa y la puerta en su paisaje especial" y con esta obra de arte colectiva, #baldosasporelmundo es un pequeño proyecto que está creciendo y llevando trocitos de la ciudad de Barcelona a otros como Estambul, Berlín o incluso San Francisco. "Perdí el rastro de la baldosa de San Francisco durante meses y de repente apareció allí. ¡La persona que se la llevó sabía que iría y la guardó todo este tiempo para poder llevarla a los Estados Unidos!".

Un homenaje a Barcelona

Juncosa escoge sitios de Barcelona que le gustan y que considera especiales. No busca los lugares más conocidos, busca aquellos rinconcitos de la ciudad que quiere que descubras y de donde quiere que te lleves un recuerdo muy especial. "Amo Barcelona, sus tierras son muy característicos, con el pavimento hidráulico y es una manera de repartir esta belleza que tiene Barcelona por todas partes".

Acera del suelo de Barcelona con las losetas del artista. Foto:@juncosa_bcn

De hecho, esta estima por Barcelona lo ha llevado a poner arte al suelo que pisamos cada día. Cuando ve que hay aceras donde faltan baldosas, las completa con losetas decoradas (estos de piedra de verdad) que lucen y al mismo tiempo arreglan el problema. "Es una manera que mi arte no solo salga de Barcelona sino que también se quede". Juncosa ha reinventado los pavimentos hidráulicos históricos e icónicos de Barcelona, convirtiéndoles en pequeñas obras de arte urbano viajeras que sus seguidores consideran auténticos tesoros.