La autora Auður Ava Ólafsdóttir nació en 1958 en Reykiavik. Einar Már Guðmundsson lo hizo en 1954, también en Reykiavik. Más tarde, en 1962, el que se conoce con el nombre de Sjón, también en la misma ciudad. Son tres de los nombres más conocidos de las letras islandesas y todos ellos se han publicado los últimos dos años en catalán. En el caso de Ólafsdóttir, Club Editor ha publicado Edèn y La veritat sobre la llum. Guðmundsson ha salido publicado en Nits blanques con Àngels de l'univers, como Sjón, del cual podemos leer Skugga-Baldur. Por lo tanto, podemos decir que en dos años se ha revertido una tendencia: ahora podemos leer con normalidad los grandes autores contemporáneos de la literatura islandesa en catalán. Y eso es motivo de celebración.

Hablar de la literatura islandesa puede parecer un tema de eruditos. En cualquier caso, los lectores en catalán ahora pueden diferenciar la literatura del islandés de la del danés, el sueco o el noruego. A este hecho se ha sumado que Auður Ava Ólafsdóttir ha visitado Barcelona estos días y que, por lo tanto, ha aprovechado para hablar más concretamente de la última novela, Edèn. En esta obra, que es una forma híbrida, a medio camino de una narración digámosle, convencional, de la vida de Alba, se entrelazan pensamientos, reflexiones e imágenes poéticas. La lengua tiene un papel muy poderoso, pero no solo el lenguaje que usa, también la reflexión sobre el poder del significado de las palabras. Así como la designación de los nombres. En el libro, muy al inicio, un sueño es revelador y da sentido a las reflexiones de la protagonista. Las descripciones oníricas y fantásticas hacen dudar de la realidad en todo momento, con unas descripciones a veces más o menos precisas. Un rasgo muy característico también de Àngels de l’univers de Einar Már Guðmundsson, reconocido como el padre de la literatura islandesa por la misma Ólafsdóttir. La fuerza de los sueños o la duda que también genera la realidad son esquemas formales coincidentes en los dos libros. Eso, en cambio, no es común en Terres mortes, el título de Núria Bendicho, autora y editora, que se encargó de mantener un diálogo con Ólafsdóttir en el marco de la Biennal del Pensament.

Foto: Miquel Muñoz

El papel de la lengua y la naturaleza, en cambio, son ejes centrales de los dos libros, de Bendicho y Ólafsdóttir. Recuerdo, en un tuit, que Bendicho hablaba de su libro como una nota a pie de página de un texto de William Faulkner. Hubiera sido curioso qué nota a pie de página hubiera podido escribir Ólafsdóttir, pero lo que está claro es que hablamos de dos autoras de una prosa marcada por el estilo. Me atrevo a decir que Ólafsdóttir y Guðmundsson están totalmente conectados con la literatura de Augusto Strindberg. Por lo tanto, si tratamos de hacer una genealogía, el camino de Faulkner a Bendicho es muy interesante (porque hay muchos peajes por el medio, pienso de entrada con Rodoreda, pero podría decir muchos otros), pero el salto de Strindberg a los islandeses es más corto. Este hecho es notable, este vínculo explica muchas cosas. Pero la sensibilidad de Ólafsdóttir ha conectado de forma maravillosa con el público catalán, como Bendicho. ¿Cómo dos literaturas de raíz tan alejadas pueden conectar tan profundamente? La literatura siempre tiene un componente de sorpresa.

En las dos literaturas hay lengua y naturaleza, es decir, los paisajes están planteados como un todo. Para Ólafsdóttir, y también para Bendicho, la naturaleza es el aprendizaje más directo que tenemos los seres humanos. Y pues, ¿qué función ocupa el lenguaje? Esta es una cuestión esencial e interesante, que hace resonar estos libros con algunas de las cuestiones que resuenan en la literatura de hoy en día. Ahora que hemos descubierto que la literatura islandesa está aquí al lado, no deja de impactar la proximidad de las dos obras con respecto a mecanismos formales y por temáticas. Quizás es fruto de la globalización de los discursos, o quizás porque la hiperconexión en que vivimos hace que todo el mundo se pueda leer más rápidamente. Y como sabemos, escribir es leer y haber leído, y digerir las lecturas. Lo más impresionante es como 3.000 km están tan cerca. Por cierto, Núria Bendicho se estrena como editora de una colección. Será la Mississipi y publicará obras que narran el sur de los Estados Unidos. Seguiremos con muchas ganas esta nueva aventura, que seguro que cautivará a los lectores catalanes que pueden viajar de Islandia al sur de los Estados Unidos siguiendo los pasos de la autora de Barcelona.
 

Foto: Miquel Muñoz