L'Altra Editorial publica en catalán, en traducción directa del noruego, Ballar en la foscor, el cuarto volumen del hexalogía mi lucha, de Karl Ove Knausgård (en castellano publicado como Bailando en la oscuridad, en Anagrama). Después del éxito de las tres primeras partes de esta novela, con aires autobiográficos, el público catalán podrá acercarse a una obra que relata la llegada del autor a la mayoría de edad. Una excelente continuación de las obras anteriores, pero que también puede leerse de forma independiente. Bailando en la oscuridad supone la confirmación de un autor, Knausgård, que en los últimos años ha acumulado todo tipo de galardones.

Perdido entre fiordos

En este episodio Karl Ove llega a su mayoría de edad. La combinación de problemas familiares y económicos lo obligarán a dejar su casa, en el Sur de Noruega y buscar trabajo. Encontrará un puesto como profesor en el Norte de Noruega, donde ante la falta de voluntarios entre los docentes, el Estado tiene que enviar a jóvenes bachilleres para hacerse cargo de los estudiantes de secundaria. Karl Ove se verá de repente inmenso en la madurez: se encuentra alejado de su familia y sus amigos, solo en un paraje hostil, obligado a ganarse la vida, inducido a buscar pareja... Pero a pesar de la ilusión que le supone introducirse en una nueva vida, Karl Ove no deja de ser, hasta cierto punto, un adolescente perdido en el mundo de los adultos: se siente inseguro ante los alumnos, se siente desbordado con su trabajo, tiene problemas para gestionar su vida...

La oscuridad

Pero para Karl Ove lo peor, sobre todo, es el duro invierno del norte de Noruega, donde se pasan meses enteros con temperaturas bajísimas y sin que aparezca el sol. Una situación difícil, especialmente en un pueblo pequeño, donde todo el mundo se conoce y la vida se vuelve claustrofóbica. El joven se pasará la vida enganchado al teléfono: sus llamadas lo mantienen ligado a su mundo de origen. Pero periódicamente llega la crisis: Karl Ove, como la mayoría de los habitantes del Sur, no consigue habituarse a la zona. Finalmente, como tantos otros sureños, sólo pasará un año en la región. Cuando acabe el año volverá. Es en la soledad de estos meses invernales, que Karl Ove irá recordando sus años de adolescencia, de tal forma que Bailando en la oscuridad no es sólo la crónica del año que pasa en el norte, sino también de los dos años que lo preceden.

Sexo, drogas y rock & roll

El eje conductor de aquel periodo de la vida de Karl Ove, y en consecuencia de este volumen de Mi lucha, es el sexo. El joven está obsesionado en mantener relaciones con alguna chica, pero no tiene mucha suerte. La mayoría de las mujeres que le atraen, lo rechazan. Y cuando consigue irse a la cama con alguna la experiencia es un fracaso. Eso lo hace sentir terriblemente inseguro y acaba marcando su día a día. Al final, el joven profesor acaba fijándose en una alumna de trece años, que acabará convirtiéndose en una obsesión para él.

Escapatoria

La escapatoria, ante la dureza del entorno y el fracaso sexual, la encuentra Karl Ove, básicamente, en el alcohol. Antes de llegar al Norte, Karl Ove ya se había emborrachado con frecuencia con otros estudiantes. Pero al llegar al Norte, se verá inmerso en una ciudad dónde el consumo excesivo de alcohol no es nada excepcional. Karl Ove se emborrachará con sus compañeros de trabajo, pero también con los pescadores y con los trabajadores de la zona. No serán unas simples copas de más: beberá hasta perder el control, hasta olvidar todo aquello que ha hecho, hasta llegar a la inconsciencia. El alcohol se convierte en un motor de su vida, pero le acaba provocando incluso problemas en el trabajo.

La creatividad

Cuando Karl Ove escoge ir al Norte, lo hace convencido de que eso será una vía para triunfar en aquello que él cree más interesante: la escritura. Piensa que en el lejano norte conseguirá convertirse en novelista. Y de hecho se dedicará escribir, con menos fortuna y con menos constancia de lo que esperaba. Y continuará con su otra afición, la música, que la ayuda en los difíciles momentos en el Norte.

Sinceridad

Uno de los elementos claves del éxito de mi lucha es la absoluta falta de pudor del autor. Karl Ove ni siquiera silencia las más ridículas de sus vivencias. Su obra es una completa confesión: confiesa su mezquindad, su envidia, sus tentaciones pederastas, su incompetencia, su arrogancia... Y no sólo confiesa las debilidades propias: el relato que hace de algunos personajes es terriblemente duro y realista, y eso le supuso muchas críticas, e incluso la pérdida de algunos amigos.

Escribir sobre nada

Que un joven de dieciocho años tenga una vida sexual infinitamente menos intensa de lo que le gustaría, no parece una gran novedad. Que ahogue su insatisfacción sexual y vital en alcohol tampoco es nada excepcional. Es un poco más interesante que este joven encuentre una vía de salida en la escritura y en la música, pero tampoco es nada del otro mundo. Y, lo peor que pasa en el norte de Noruega, es que no pasa nada. Con todo esto podríamos deducir que Karl Ove no tenía mucha materia prima literaria para escribir este volumen. A pesar de todo, Bailando en la oscuridad es un libro excepcional. El lector inmediatamente conecta con las vivencias del protagonista, con sus éxitos, y con sus angustias. Y las más de 500 páginas en ningún caso se hacen tediosas: a ratos son palpitantes, a ratos entretenidas, a ratos angustiantes... Knausgård es un maestro de la pluma y puede hacer una auténtica maravilla literaria con una historia aparentemente anodina.