Pasó a finales del mes de mayo en Sabadell. Lo captó un vídeo publicado en el perfil de Twitter de la emisora de radio local. Dos hombres encapuchados se acercan a una pared lateral del Ayuntamiento de la cocapital de la comarca del Vallès Occidental. Uno de ellos sostiene una plantilla. El otro maneja el espray.
Pocas horas después, la misma obra, pero ahora en grandes dimensiones, aparece ilustrando una valla publicitaria ubicada en la entrada sur de la ciudad, no muy lejos del aeropuerto. También lleva la firma de Banksy.
Tardan entre poco y nada en terminar la obra, un grafiti en colores negro y rojo que muestra a una niña cogiendo un flotador salvavidas en forma de corazón. A su lado la leyenda "Tots som immigrants. Tu no?" (Todos somos emigrantes. ¿Tú no?").
La pintura lleva la firma de Banksy, el grafitero más popular y relevante del arte urbano desde hace décadas. De hecho, esta misma niña es la que decora el Louise Michel, el barco de salvamento en el Mediterráneo financiado por el enigmático artista urbano.
¿Se trata de obras auténticas del grafitero o de dos falsificaciones? Quien lo quiera saber, puede contactar con la Pest Control Office, particularísima agencia encargada de autentificar las obras de Banksy. Cobran entre 50 y 100 libras por los servicios. En caso de ser una falsificación, te devuelven el dinero. Hoy por hoy parece que nadie se ha interesado por revelar el enigma sobre las pinturas de Sabadell.
Un artista sin identidad
Banksy es el artista urbano más famoso, muy probablemente, de todos los tiempos. Una figura enigmática que, a pesar del eco de su trabajo, ha sabido conservar el anonimato. Su obra ha aparecido de forma inesperada en paredes de todo el mundo, pero no ha habido nadie que haya sabido descubrir su identidad.
El año 2003 el diario The Guardian publicó una entrevista, una de las poquísimas que ha hecho Banksy. Simon Hattenstone, el periodista que la realizó, describió al artista urbano como "un hombre blanco, de 28 años, con vestimenta casual y despreocupada: tejanos, camiseta, un diente de plata, cadena de plata y anillo de plata. Parece un cruce entre Jimmy Nail y Mike Skinner (del grupo de hip-hop The Streets)".
El mismo artículo explicaba que Banksy inició su trayectoria como grafitero a los 14 años, fue expulsado de la escuela y estuvo en la prisión por delitos menores. Durante 10 años, a finales de la década de 1990, vivió en Bristol para después mudarse a Londres.
Ataque masivo
Una de las teorías más extendidas sobre la identidad de Banksy es la que dice que se trata de Robin Gunningham, nacido el 28 de julio de 1973 en Bristol. Según un artículo The Sunday Times, muy al principio de su trayectoria, Gunningham utilizaba el nombre artístico de Robin Banks y este fue derivando hasta acabar siendo Banksy. De aquella época, principios de los años noventa, es la portada que Gunningham diseñó para la banda de ska de Bristol Mother Mimosa. La ilustración que aparece en ella sería una imagen recurrente en el imaginario Banksy.
La hipótesis Gunningham ganó todavía más fuerza en junio de 2017, cuando en una entrevista al músico de Bristol de jungle y drumm & bass Goldie este se refirió a Banksy como "Rob". Un Rob que muchos también han especulado que se trate de Robert Del Naja, también conocido como 3D, miembro de la banda de trip hop Massive Attack.
El mundo de Banksy
El arte de Banksy se caracteriza por su irrenunciable compromiso social, pinturas en la calle siempre denunciando una sociedad contemporánea consumida por la corrupción política, el abuso de poder de las fuerzas del orden o la devoción casi religiosa por el capitalismo y el consumismo exacerbado que de él se deriva.
Una obra ya icónica que, de Londres a Palestina, de Estados Unidos a París, ha aparecido en muros y paredes de todo el mundo y que ahora, coincidiendo en el tiempo con las enigmáticas pinturas aparecidas en Sabadell, queda recogida en la exposición The World of Banksy que hasta el 31 de diciembre se puede visitar en el Espacio Trafalgar de Barcelona.
Catálogo de objetos horribles
La retrospectiva recoge 100 reproducciones a medida real de obras que el artista realizó entre el año 2000 y el 2018: La niña del globo, El lanzador de flores, El grafiti es un crimen, Soldado meando... Siendo muchas de ellas algunas de las pinturas más representativas de su propuesta artística.
La muestra no ha contado con la autorización de Banksy. Solo así se entiende que el recorrido finalice (obligatoriamente) en una tienda de souvenirs con postales, mascarillas y resto de catálogo de objetos horribles adornados con sus pinturas a precios imposibles.