El Museu d'Història de Barcelona (MUHBA) ha presentado hoy a la prensa Barcelona flashback. Kit de historia en 100 objetos, una innovadora propuesta museográfica con la que se pretende dar a conocer el pasado de la ciudad con un pequeño conjunto de piezas. Joan Roca i Albert, director del MUHBA, ha querido presentar este proyecto con todo su equipo, como demostración de que se trata de un plan colectivo. Su objetivo es ofrecer una mirada de la ciudad que pueda llegar a todo el mundo. "Barcelona no se explica en ningún sitio, ni en las escuelas, ni para los recién llegados, ni para los ciudadanos de toda la vida, que lo tendrían que reconocer, ni para los turistas"... "No hay una síntesis intensa de la ciudad", añade. Barcelona flashback, pues, sería una "apuesta de futuro" que podría servir, con lenguajes adaptados para diferentes colectivos, para la educación, para la ciudadanía y para el turismo. Sería un lugar para "aprender a pensar" la ciudad. Esta exposición se podrá ver gratuitamente, en la Casa Padellàs, a partir del próximo jueves.

Visión de conjunto

La idea no puede ser más ambiciosa; en realidad, el MUHBA la ha coordinado con varios museos europeos que pretenden, también, ofrecer una visión global de sus respectivas ciudades. Quiere no sólo ofrecer una exposición, sino todo un "método de lectura histórica" que tendría que servir para que cada uno analice barrios, calles y situaciones urbanas. El objetivo sería que el visitante pudiera salir con una visión de conjunto de la ciudad, pero no la visión de conjunto que decide el museo, sino la que él extraiga libremente de lo que ve. La exposición, según Roca, quiere ser "un instrumento para vivir la ciudad", argumenta, "no queremos tanto ofrecer el pescado, sino la caña". Además, se presenta como un proyecto colectivo, con las aportaciones, no sólo de todo el equipo del Museu, sino también de los ciudadanos, que han aportado tanto piezas, como temas de discusión (y se quiere que continuen aportándolos). Roca presume de que Barcelona flashback "no es el proyecto de un museólogo o de un historiador". Y como ejemplo de la participación popular en el proyecto, Roca muestra la llamada "Venus de Barcelona", una pequeña figura encontrada por una familia humilde de Sant Andreu, que se creía que era romana pero que al final se descubrió que era de Sant Andreu. Roca afirma que los antiguos propietarios de la estatua mantienen un cierto vínculo con ella, porque habían jugado con la figura de pequeños.

Del discurso en las piezas

Las 100 piezas van acompañadas de pequeñas preguntas, que plantean temas candentes de la historiografía catalana. En cada sala, además, hay planos que relacionan la evolución de la ciudad con la del entorno europeo, para contextualizar su proceso histórico. Hay desde una antorcha olímpica, hasta un cartel hecho a mano por la FAI, pero también estatuas, letreros publicitarios, pinturas de diferentes escenarios urbanos en épocas diversas... Hay piezas emblemáticas, como el cartel de Vinçon en el Paseo de Gracia, y otras que pueden parecer más anodinas como un gato mecánico chino de la buena suerte. La más sorprendente, sin duda: el reloj flamenco del siglo XVI que marcó el ritmo de la ciudad durante mucho tiempo. Complementan la exposición un vídeo, sobre las arquitecturas barcelonesas, y varios esquemas, muy bien elaborados, que muestran la evolución de la ciudad y de su población.

Hacia el nuevo MUHBA

Joan Roca apunta que esta exposición es un "experimento" o un "laboratorio" de cara a la creación del nuevo MUHBA, que se situará en la Casa Padellàs, en el recinto actual, y en el edificio anexo, con el objetivo de crear la "Casa de la Historia de Barcelona". El proyecto museográfico, pues, no es definitivo. "Si dentro de seis meses vemos que lo tenemos que hacer de otra forma, lo cambiamos", explica el director del museo. Lo que sí está más avanzado es el diseño del nuevo museo: el proyecto básico ya fue aprobado, y el definitivo está pendiente de concurso. Una cosa está clara: en el piso inferior se instalará el Museo-ágora y el Museo-escuela, que se quieren más abiertos a la ciudadanía. En el piso superior se establecería el Museo-centro de investigación y debate.

¿Misión imposible?

Esta es una exposición muy ambiciosa en un espacio reducido. Por una parte quiere ofrecer una visión de conjunto de la historia de Barcelona, lo que sólo se puede hacer restando profundidad al debate. Hay un pequeño número de piezas de cada periodo histórico que sólo pueden reflejar aspectos determinados de la realidad de aquel tiempo. Y al escoger los temas que se analizan, obviamente también se orienta las conclusiones que puede sacar el visitante. La exposición se inaugura con una serie de verbos que definirían la ciudad, como "llegar", "amar", "luchar", "trabajar" o "celebrar". ¿Sin embargo, ¿en qué ciudad no se llega o no se celebra? ¿En cuál no se hay luchado o amado? ¿Hay alguna ciudad en que no se haya trabajado nunca? Como colofón de la exposición "y como metáfora final" se muestra el reloj de los flamencos. Una pieza de museo fantástica que había marcado el paso del tiempo de la ciudad, pero que marca las mismas horas y los mismos cuartos que tantos y tantos relojes de otras partes del mundo. Barcelona flashback puede ser una exposición interesante, pero tal vez sería exagerado calificarla de "instrumento para vivir la ciudad".